La diseñadora Aurora Gaviño, gran amiga de Rocío Carrasco y su familia, se ha pronunciado por primera vez sobre el distanciamiento que hay entre la hija de Rocío Jurado y el resto del mediático clan, convencida de que al final solucionarán las cosas.
A pesar de que parezca imposible en estos momentos, Gaviño confía en una más que esperada reconciliación, abogando primero por un entendimiento familiar tras ver la docuserie de Rociíto. Pero, como amiga de todos los miembros de la familia Mohedano, tiene claro que la historia terminará con un final feliz.
Primer paso: reunión de hermanas
La diseñadora Aurora Gaviño fue quien vistió a La más grande en el especial Rocío siempre, grabado meses antes de su fallecimiento, a petición de la propia Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Un ejemplo de la gran relación que tuvo, y tiene, con toda la familia de la tonadillera.
En primer lugar, Gaviño considera que Rociíto debe hacer las paces con su hermana, Gloria Camila, a quien ve "muy tranquila en su vida, con su padre, con su novio y muy a gusto". Una chica que, según su visión, está "muy dispuesta a escuchar" lo que Rocío Carrasco tiene que decir, como "hermanas que son".
Los elogios de Aurora Gaviño
En este sentido, la diseñadora entiende que la familia Mohedano se haya posicionado con Rocío y David Flores, y no a favor de Rociíto, porque "muchas veces se toma una posición cuando no se sabe realmente lo que hay dentro". Pero al final "todos estamos viendo que hay mucho más", y la familia de Rocío Carrasco ha demostrado estar "muy unida", por lo que "hay temas que tienen que solucionar, pero se va a solucionar todo".
"Gloria es una bellísima persona y Rocío también. Las dos. Toda la familia, las conozco pero bien", señala Gaviño, pese a reconocer que la hija de Rocío Jurado "siempre ha sido muy en su mundo, muy celosa de su intimidad. Siempre les he visto muy a gusto y muy bien. Y Gloria igual. Y a José Ortega Cano me lo como con patatas, y la verdad que les quiero a todos mucho, ya lo sabéis. Yo no puedo decir pros ni contras ni nada, pero tampoco hay que forzar las cosas. Eso se tiene que dar", zanja Aurora Gaviño.