Rocío Flores se ha convertido en el nuevo centro de la polémica del documental de Rociito, especialmente tras las palabras de ésta en la entrevista del miércoles en la que confesaba la actitud de su hija con ella.
La joven habló ya horas antes de que su madre se sentará en el plató, le reclamó que la llamara, le recriminó que no le cogiera el teléfono y le puso los puntos sobre las íes, a ella y a Antonio David. Ahora, también lo ha hecho.
El día después
Muy seria y sin poder ocultar su abatimiento, la exconcursante de Supervivientes ha salido esta mañana de su casa arropada por su novio, Manuel Bedmar, su gran apoyo en estos momentos.
Flores ha dado un tranquilo paseo al margen de la entrevista en la que su madre ha hablado por primera vez de los motivos por los que ambas rompieron su relación en el año 2012, pero no ha sido posible ya que los periodistas están pendientes de todos sus movimientos.
Primera reacción
Preguntada sobre las acusaciones que su madre vertió sobre ella y la polémica ha preferido no dar respuesta. "Lo siento pero no voy a decir nada", señala. Estas han sido sus únicas palabras.
La hija de Rocío Jurado recordó la noche anterior la agresión que Ro le dio en julio de 2012 que la obligó a ir de urgencias con una contusión, así como las palabras de la entonces adolescente a su padre minutos después: “papá, ya está hecho”.
Violencia y miedo
Carrasco en ningún momento culpa a su hija al respecto, sino que dice que es “la obra maestra” de Antonio David. Asegura que la manipulación del padre hacia su pequeña, a la que definió como una víctima que acabó por convertirse en verdugo a causa de su exmarido, propició ese momento.
Por otro lado, confirma que Ro la ha llamado en varias ocasiones en los últimos tiempos y que, como contó la joven, no le ha cogido el teléfono. La razón por la que no lo hace es que los médicos y ellas sienten que todavía todo demasiado reciente y que ni ella ni su hija están todavía preparadas para mantener su primera conversación después de 9 años sin relación. Aun así, Rociito mantiene la esperanza de arreglar las cosas con su pequeña.