Han pasado casi 72 horas desde la emisión de los dos primeros capítulos de la docuserie Rocío. Contar la verdad para estar viva y el impacto mediático y político sigue vigente.

El mundo de la política se ha pronunciado. Una de las primeras fue la ministra de Igualdad, Irene Montero, que incluso, un día más tarde, intervino en directo en Sálvame para posicionarse en favor de Rocío Carrasco. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, también mostró una posición similar en redes. Por su parte Vox, ha ido hacia el lado opuesto.

A favor de Antoniodá

Si en su día, ya lo demostraron en redes sociales, las últimas declaraciones de Macarena Olona, diputada nacional del partido de extrema derecha, lo han confirmado. Es más, reprochan la actitud de la protagonista del documental y animan al padre de sus hijos a denunciar sus palabras.

“Espero que el señor Antonio David aplique todas las acciones legales oportunas para que su honorabilidad no quede en entredicho”, desea. En este sentido, recuerda que “la justicia ya se ha pronunciado y ha determinado que no hay elementos que enerven su presunción de inocencia”, sentencia.

Repulsa

Olona subraya que el novio de Olga Moreno “ha tenido un proceso judicial, donde se han podido dirimir todos los hechos que ahora la señora Rocío Carrasco, según parece, está reproduciendo ante los medios de comunicación y que ha concluido con un archivo de las actuaciones penales”.

Va incluso un paso más allá y condena las acciones de Carrasco: “Es una vergüenza cuando hay niños y familias por en medio. No hay ningún tipo de escrúpulo. Es vergonzoso”.

Contra Montero y la sociedad

La alicantina también hace una reflexión política y social. “Ya no hablar de una pena de banquillo sino de esta pena de programas del corazón es indigno”, advierte. Asimismo, hace un llamamiento a la población que, ya que el programa “tendría que provocar una repulsa absoluta por parte de todos los demócratas por la conculcación del principio de la presunción de inocencia que supone”.

Todo ello, lo dice sin haber visto el programa, confiesa, sólo “algunos cortes en redes” y las declaraciones de la ministra. Unas palabras que condena, como al programa que, a su parecer, le ha “dado un balón de oxígeno”. “Está en un programa donde se puede sentir perfectamente representada y cómoda, pero verdaderamente tengo que denunciar es la absoluta vergüenza que supone esta justicia paralela”, sentencia.