Lely Céspedes ha vivido una semana muy movida en Sálvame. Ha acudido en un par de ocasiones a la edición diaria del programa, y se ha despedido a lo grande en el Sábado Deluxe. Todo ello porque, desde el lunes 8 de marzo, se la acusa de haber robado en un supermercado.
No solo eso, dado que la supuesta testigo de la escena dijo que la exmujer de Ernesto Neyra intentó robar una pata de jamón ibérico con una vestimenta cargada de dobles fondos y un coche eléctrico nuevo de elevado precio. Una acusación que la propia Lely Céspedes ha desmentido desde el primer momento, protagonizando los momentos más emotivos de la televisión esta semana.
El pasado queda muy lejos
Azafata de Telecupón, concursante de Supervivientes, Miss... Lely Céspedes ha sido muchas cosas a lo largo de su vida, pero ahora pasa sus peores momentos. Madre soltera de tres niños, lleva tiempo sin poder trabajar. Antes de la pandemia, lo poco que le salía era sin contrato. Pero cuando el virus llegó, se quedó sin nada.
Una situación que se descubrió después de unas duras acusaciones de robo que hizo una mujer anónima, y por las que la propia protagonista salió de su escondite para defender su honor. Actualmente lleva cuatro meses sin pagar el alquiler, el coche que le recriminaron poseer tiene aviso de embargo y espera a que vengan a recogerlo... pero además, Lely Céspedes vino con el tíquet de la compra para desmentir el supuesto robo.
Necesita un trabajo urgente
Lely Céspedes contó que, cuando estaba pagando en la caja, se dio cuenta que no había pasado dos productos. Pero, en cuanto le llamaron la atención, los pagó. Eso sí, confesó que su situación era crítica y, ante la oferta de ayuda de los colaboradores del plató, lo dejó claro: "No quiero pescado, quiero una caña de pescar".
La excompañera de Makoke en el Telecupón tiene claro que su intención no es vivir de la caridad, lo que busca es un trabajo con el que mantener a sus hijos. Por eso, en caso de no encontrarlo, admitió que sí, que estaba dispuesta a robar para dar de comer a su familia o incluso llegar a ejercer la prostitución.
Le llueven ayudas... y disculpas
A lo largo de la semana, numerosas personas se han ofrecido a echarle una mano. Un amigo de Rafa Mora le daba trabajo en Alicante, pero al ser malagueña tuvo que rechazar la oferta por el bien de su familia. Pero se fue contenta del plató de Sálvame, porque le regalaron una pata de jamón tal y como la habían acusado falsamente de haber robado.
Su situación la ha llevado a hacer cosas desesperadas: "Parto los yogures para que mis niños no vean tanto hueco en la nevera". Pero su situación puede cambiar, y todo gracias a la cobertura que le han dado desde Telecinco. Una realidad con la que han tratado de ejemplificar la gran cantidad de gente que está sufriendo con la pandemia del coronavirus, y que ha despertado numerosas almas caritativas que la quieren ayudar. Anabel Gil Silgado se ha comprometido a encontrarle un trabajo, entre decenas de llamadas. Una ayuda que seguro celebrará Carlota Corredera, que se derrumbó como nunca al oir el duro testimonio de la exmujer de Ernesto Neyra.