Desde que empezó la tercera edición de La isla de las tentaciones, Marina se olvidó de su pareja, Jesús, para caer en las garras de Isaac El lobo. La concursante y el tentador protagonizaron escenas muy subidas de tono en todos los rincones de Villa Montaña, aunque especialmente en la piscina.
Sin embargo, la chica frenaba en seco a la hora de ir a dormir para no sobrepasar su límite. Una decisión que cansó al tentador, hasta el punto que una de esas noches Isaac se juntó con Lucía, la mejor amiga de la concursante, en esa misma agua en la que tantos ratos había pasado con Marina. La cosa se calentó y, pese a que no sucedió nada, la tensión se adueñó de la casa a la mañana siguiente.
¿Fue una infidelidad de Lucía?
Lola desveló los cariños de Isaac y Lucía como venganza y justificación a sus actos, y Sandra Barneda mostró las imágenes a las concursantes. A Marina no le sentó nada bien, y empezó a dudar tanto de su tentador como de su gran amiga.
Por ello, se pasó la noche hablando con los convivientes de la casa para saber su opinión. Uno fue Carlos, el soltero más polémico de la edición, que vendió la escena como si de una infidelidad se tratara. Eso sí, quizás por venganza al trato que le han dado desde que se lió con Lola. Pero el consuelo llegó finalmente con Rubén.
Rubén consigue calmar a Marina
El veterano tentador, que en esta edición ejerce más como psicólogo, comparó a las dos amigas de una forma muy polémica con la intención de levantar el ánimo a Marina. Sin atacar a Isaac, pese a conocerse su mala relación, el exfutbolista señaló que su situación era "como la Champions o jugar la regional de Sevilla: tu eres un pivón, y Lucía es una niña".
Unas palabras con las que Marina decidió perdonar a su tentador, aunque no solo eso. Cumpliendo las especulaciones que han lanzado muchos seguidores, los celos vividos por la noche de Isaac y Lucía echaron por tierra los límites de la concursante, y esa misma noche se acostó con su lobo. Eso sí, no sin antes hacer planes de futuro en una íntima charla en la que ambos admitieron empezar a estar enamorados, y donde Isaac aseguró que estaba dispuesto a irse a vivir a Sevilla para continuar su historia de amor: "Me la jugaría contigo".