Tras muchos años de rumores parece que la noticia es oficial. Kim Kardashian y Kanye West se separan. Ella ya ha pedido los papeles del divorcio.

El punto culmen habría sido la última aparición pública del rapero en la que se presentó como candidato a presidente de los Estados Unidos. Eso y los mensajes lanzados en Twitter contra ella y su madre, Kris Jenner, han acabado con el matrimonio.

Crisis

Conocedora de la bipolaridad del cantante y que él se niega a tomar medicación, la influencer trató de quitar hierro al asunto. Trató de salvar la situación e incluso fueron a terapia de pareja, pero la situación se ha salido de madre.

Las diferencias entre ambos parecen ya insalvables y los medios estadounidenses confirman que ya han empezado a mover papeles para la separación. Y no sólo eso, Kim ha requerido también la custodia compartida de sus hijos.

Amistoso

Pese a estas indicaciones, todo apunta de que el divorcio puede ser amistoso. Antes de casarse, firmaron un acuerdo prenupcial que detalla incluso cómo debe realizarse la separación de bienes.

West y Kardashian hace tiempo que vivían en casas separadas. Él se mudo a Wyoming mientras ella se quedó en Los Angeles. Si se hace oficial, la modelo y el artista pondrán fin a una relación de casi siete años.

Éxito mediático

El impacto de la noticia en Estados Unidos, un país sin realeza pero propenso a tratar a sus celebridades como si lo fueran, es similar al que tuvo en su día la ruptura entre Brad Pitt y Angelina Jolie con una diferencia: Ellos pertenecían a la élite de Hollywood mientras que Kim y Kanye eran los reyes de las redes sociales.

Hasta entonces ninguna pareja había estado tan expuesta. El modelo tradicional de rentabilizar una unión entre dos estrellas se basaba en apariciones públicas estudiadas, fotografías robadas por los paparazzi y alguna exclusiva pactada. Pero Kim Kardashian encontró en Instagram una mina que explotar para compartir directamente sus momentos familiares, ya fuera una de sus primeras cenas románticas, la foto en el espejo del baño mostrando su embarazo o un vídeo tras ser víctima de un robo.