Una de las tronistas más populares que han pasado por Mujeres y Hombres y Viceversa es María Hernández, quien ahora disfruta de la vida junto a su pareja, el futbolista Rubén Castro. La joven ha formado una familia con él y sus dos hijos, pese a que aún no han tomado la decisión de pasar por el altar.
Ambos son felices, y la boda no les corre prisa, pero la extronista ha sorprendido a sus seguidores al anunciar que ha redactado un contrato matrimonial con 10 cláusulas por si el delantero le pide para casarse. Una medida que la María ha tomado inspirada en la serie a la que se ha enganchado: el culebrón turco de Telecinco Love is in the air.
Idea inspirada en una serie
María Hernández se ha basado en la serie Love is in the air para establecer los puntos a seguir para un futuro compromiso con Rubén Castro. Concretamente, se ha fijado en el documento prematrimonial firmado por los protagonistas de la ficción, Eda y Serkan.
Así lo ha anunciado en la plataforma Mtmad, donde ha desvelado las cláusulas y requisitos que le pide a su posible futuro marido: "A mí no me parece tan mala idea. No estoy casada ni comprometida, pero el día que lo haga puede que ponga estos diez puntitos", ha asegurado la joven.
Las exigencias de la extronista
Entre otras cosas, la extronista exige a su pareja que haga el desayuno "todos los días", porque "a mí me da muchísima pereza". Además, quiere que Rubén Castro le haga masajes con la misma frecuencia que va a preparar los desayunos: a diario, que "me encanta que me soben". Del mismo modo, pide a su futuro marido que se trague el orgullo y que se acostumbre a pedir perdón, porque "nunca lo hace", y que se haga fotos con ella y aparezca en sus vídeos para Mtmad "siempre que yo quiera".
No conforme con ello, la extronista también le exige que baile con ella "siempre que lo desee", que sus enfados no duren más de media hora o que nunca tenga que pedirle un beso o un abrazo, sino "que salga de él". María Hernández odia ir al supermercado, le da "mucha pereza", por lo que también le pide a su novio "que haga siempre la compra él", y le exige que de ahora en adelante "siempre, siempre, siempre" la tiene que sorprender. Y por último y más importante, ha pedido que la quiera mucho, "porque si no me quiere, pues apaga y vámonos. Este contrato no sirve de nada".