Después de varias suspensiones, Belén Esteban ha acudido por fin a declarar a los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid después de la querella que ha interpuesto Rocío Carrasco por un presunto delito de revelación de secretos. Unos hechos que pueden suponer penas de entre uno y cuatro años de cárcel.
La hija de Rocío Jurado afirma que, durante el paso de Antonio David Flores por Gran Hermano Vip, la de San Blas desveló en Sálvame, que el colaborador había recibido una carta de Hacienda en la que le instaba a no satisfacer ninguna deuda económica con su ex. La razón era que ésta todavía debía más de un millón de euros al fisco por impago del impuesto de sucesiones.
Acusaciones
Carrasco no sólo acusa a la colaboradora de estos hechos, sino también a la mujer de Antoniodá, Olga Moreno, que habría abierto una carta dirigida a su esposo y le había pasado la información a Belén.
Tras muchos aplazamientos, la princesa del pueblo acudió puntual a su cita con la Justicia, acompañada por su marido Miguel y visiblemente tranquila. Sin arrepentirse, la colaboradora ha asegurado que lo volvería a hacer, puesto que su deber es informar.
Una periodista más
"Vengo porque me ha citado a declarar el juez y tengo que venir, pero esto no es un juicio", sentencia. Defiende que lo que hace ella es informar como el resto de periodistas y reporteros que la esperaban en los juzgados.
La Esteban no tiene miedo a las posibles consecuencias que puede suponer ser condenada por revelación de secretos. No sólo eso, sino que ni siquiera se arrepiente de lo que hizo. "Igual que informan de mí, yo puedo informar".
Declaración
Media hora después de entrar en los juzgados, la celebrity salía igual que había entrado. "Ha ido todo bien. Estoy tranquila", asevera. "He respondido a todo lo que me han preguntado, he dicho la verdad", concluye.
Poco después ha sido el turno de Olga Moreno, quien llegaba acompañada de su esposo. Esta vez no iba acompañada de la nieta de la Jurado, Rocío Flores, uno de sus grandes apoyos en estos momentos.