Dos días después de que Bertín Osborne y Fabiola Martínez anunciaran su separación, la venezolana ha sido sorprendida en su casa por una multitud de periodistas. Todos ellos querían saber cuándo iba a ir el cantante hasta el domicilio que la ya expareja tiene en Madrid para ver a sus pequeños, Kike y Carlos.

Bromeando con que "nunca me había sentido tan importante" al ver la expectación mediática que había en su puerta, Fabiola ha asegurado que no sabía cuándo iba a ver a su exmarido: "No lo sé, no lo sé". Pero, minutos después, un hombre misterioso entraba en la vivienda escondido en la parte de atrás de un coche: ¡Bertín Osborne!

¿Una inesperada visita?

El reencuentro ha sido en la casa que la ya expareja tiene en Madrid, donde la venezolana reside ahora con sus hijos. Bertín, que no había visto a los pequeños desde que se anunció la ruptura, ha sorprendido incluso a la propia Fabiola con su llegada.

El presentador llevaba meses sin visitar la capital al estar centrado en su trabajo al frente de El show de Bertín en Canal Sur, por lo que ha establecido su residencia en Sevilla. Y lo ha hecho ocupando la parte de atrás de un coche e intentando no ser visto para evitar las incómodas preguntas sobre los rumores que han empezado a circular en distintos medios.

"No hay novedades, sigue todo igual"

Bertín Osborne ha rechazado hacer declaraciones antes de entrar discretamente en el chalet familiar. En cambio, Fabiola sí ha asegurado que "hemos dicho todo lo que teníamos que decir. Yo creo que lo más importante, no hay novedades, sigue todo igual. Seguramente que cuando avancemos y tengamos las cosas un poquito más organizadas lo sabréis también. Muchas gracias".

El inesperado y sorprendente reencuentro parece que va para largo, dado que Bertín se ha quedado en el domicilio. Seguramente organizarán algo las cosas y hablarán sobre el duro momento que están pasando. Muchos esperan que sea para arreglar las cosas, como opina Arévalo, compañero artístico de Bertín durante muchos años. El humorista y su familia tienen la esperanza de que el matrimonio haga las paces porque entienden en las declaraciones de sus amigos que "parece que han dejado la puerta abierta a una reconciliación. Nunca se sabe".