Poco después de que Kiko Rivera descubriera los objetos de Paquirri que Isabel Pantoja escondía en Cantora, los cuales dejó en herencia al disc jockey y a sus hermanos Francisco y Cayetano, el artista inició una cruzada pública para desenmascarar todos los engaños perpetrados por su madre.
Una guerra inimaginable hace pocos meses entre una madre y un hijo que siempre se habían mostrado como uña y carne ante las cámaras. Por ello, la tonadillera tiene claro que Kiko nunca habría actuado como lo ha hecho si no llega a estar influenciado por una persona a la que acusa de indicarle a su hijo todos los pasos legales que ha emprendido. ¿Imaginas de quién se trata?
La única culpable para Isabel Pantoja
Según ha desvelado Isabel Rábago, la tonadillera tiene muy claro que una de las culpables del enfrentamiento que tiene con su hijo es alguien con quien hace muy poco tenía una relación envidiable. Una mujer que, a lo largo de los últimos años, tanto Isabel Pantoja como ella hicieron gala de llevarse a las mil maravillas y con quien se deshacían en piropos mutuos de los que Kiko solía mostrarse encantado.
En otras palabras: Isabel Pantoja culpa a su nuera, Irene Rosales, de la guerra que mantiene desde hace meses con Kiko. La tonadillera cree que Irene trabaja en televisión a su costa y que emplea su colaboración en Viva la vida para machacarla y alejarla aún más de su hijo Kiko.
¿El fin de la relación con Kiko?
En este sentido, y en vez de señalar a su hijo como responsable de todas las acciones y elecciones de estos meses, la cantante ha decidido cargar tintas contra su nuera y podría romper para siempre la relación que tenía con ella. El detonante se dio en el cumpleaños de la hija mayor de Kiko e Irene, Ana, donde Isabel Pantoja le mandó a su nuera una nota de voz en la que no la dejaría en muy buen lugar.
La colaboradora televisiva ha declinado hacer público el contenido del mensaje, aunque se ha cansado de su suegra y la relación con ella podría haber llegado a un punto de no retorno que escenificaría una ruptura familiar definitiva. Kiko tampoco se ha pronunciado al respecto, pero ya dijo el pasado mes de octubre que Irene y sus hijos eran su familia ahora, y que quien no respetara a Irene ya tampoco lo quería a él.