La soltería no es para Jorge Javier Vázquez. No deja de tener citas, "dos o tres por semana”, asegura, pero con ellas llegan los fiascos.

Lo confiesa el mismo: “He conocido a gente muy interesante aunque tengo que reconocer que últimamente la suerte no me acompaña”. A modo de ejemplo relata cómo han sida las últimas tres.

Grindr

Una fue con un chico de 26 años con el que tenía muchas cosas en común y al que le gustaban los hombres mayores. “Miel sobre hojuelas”, pensó el catalán. Pero todo se torció cuando el ligue al que conoció por Grindr y con quien quedó varias semanas, se vio acosado por los fotógrafos.

No es que le persiguieran los paparazzi, sino que en una cena que mantuvieron se percató de las cámaras y parece que lo incomodó. “A los pocos días me envió un mensaje diciéndome que él era un chico muy sencillo y discreto y que a mi lado había sentido miedo e inseguridad en varias ocasiones. Y me dejó plantado”, cuenta en Lecturas.

Malas citas

La otras no es que fueran mucho mejor. Con otro chico que conoció con la conocida app de contactos gay fueron a cenar, parecía haber tonteo, pero justo antes de la primera cita le espeta que no es su prototipo, “pero que quién sabe, que a lo mejor puede surgir algo”.

Pese a los indicios, JJ siguió para adelante y cenó con él. Cuando le pregunta al día siguiente por su prototipo revela que los altos y delgados. “Todo el mundo sabe que la televisión engorda, pero no alarga centímetros de altura. ¿Qué pensaba, que yo medía un metro noventa?”, relata indignado.

Ni presentarse

Sin hacer caso a las palabras de su ligue, decide mantener una segunda cita con él tal y como habían quedado. Pero no sucede. Al escribirle el día de la cita, el chico le confiesa que conoció a otro chico tras su primera cena.

Con sus chascos de Grindr, el de Badalona queda con un contacto que le contacta con Instagram y le pide una cita. Esta vez tiene más de 30 años. Pero el día de la cita, éste la canceló. ¿La razón? El hombre se sintió un niñato. Todo en poco más de una semana, un calvario para el periodista.