Por todos es sabido que el hijo de Isabel Pantoja pese a ser una aficionado al chándal no es que sea un gran deportista y mucho menos un fitboy de esos que se pueden ver en las redes sociales. Pero ojo porque eso no quiere decir que Kiko Rivera no quiera lucir cuerpo. El marido de Irene Rosales se ha decidido a entrenar pero sin tener que hacer mucho esfuerzo. Para ello el Dj ha recurrido a las manos de un especialista, o bueno, mejor dicho, a una máquina.
Los nuevos entrenos de Kiko
Kiko ha optado por empezar a cuidarse, eso sí sin tener que sudar mucho. Ahora que el hijo de la tonadillera ya ha hecho caja y no cree que tenga que volver a pedir las ayudas del Estado, ha decidido gastarse el dinero, además de en una PlayStation, en unas sesiones de máquina de electroestimulación.
Asimismo lo ha compartido en su Instagram, donde además hace publicidad de la empresa que se ha prestado a ofrecerle este servicio. Tras compartir diferentes vídeos en el que se le ve realizando algún que otro ejercicio rodeado de cables, el cantante ha terminado exhausto. "Estoy rebentati con tomati y eso que hoy ha sido un entreno cortito" ha confesado.
Un deterioro físico evidente
Y es que no mentimos al afirmar que en los últimos meses el estado físico de Kiko Rivera se había deteriorado bastante. Tras someterse a una intervención en la que se le colocó un balón gástrico hace más de tres años, el disc-yóquey había recuperado ahora buena parte de esos quilos que entonces perdió.
Un hecho que podría atribuirse a una supuesta depresión que confesó que estaba sufriendo, hace un par de meses, y que le sirvió de avanzadilla para hacer pública la batalla que le había enfrentado a su madre. Un conflicto que ha provocado auténticos ríos de tinta en las últimas semanas en los que Kiko se ha acercado mucho más a su familia paterna, los Rivera.