El pasado mes de marzo, coincidiendo con la primera ola del Covid, Alberto de Mónaco se convirtió en el primer royal en tener coronavirus. Después de ser diagnosticado, se tuvo que pasar dos semanas en cuarentena. Su confinamiento acabó el 31 de marzo y siguió algunos días con un poco de tos, pero después experimentó otros síntomas diferentes que duraron hasta junio.
En unas declaraciones para la revista People, el Príncipe describió su infección inicial como “un caso muy leve”, pero admitió haber sufrido “momentos de fatiga marcada” después de ya haber pasado la cuarentena.
Una fatiga física
Estos episodios “duraron hasta junio”. Eso sí, “no todos los días, sino dos o tres veces por semana”, aclaró. La fatiga es uno de los síntomas más comunes como secuela del coronavirus, acompañada también de dolores musculares y corporales, y pérdida de memoria.
El príncipe Alberto explicó que fue solo “una experiencia de fatiga física”, y no “el tipo de somnolencia que se siente después de una comida pesada”. “Este virus permanece contigo bastante tiempo”, aseguró tratando de concienciar a la población.
Nuevas lecturas
Durante el confinamiento, el monarca comentó que no había visto “mucho Netflix”, sino que había invertido más tiempo en “leer algunos libros, artículos de revistas y ponerse al día con llamadas telefónicas”.
Preguntado por el libro que está leyendo ahora, el Príncipe soprendió con un escritor catalán, Enric Sala, y su libro The Nature of Nature: Why We Need the Wild, que explica “las diferentes relaciones entre los ecosistemas, cómo todo está conectado en términos simples y cómo somos parte de la naturaleza”.
Ceremonias reducidas
La situación del coronavirus en Mónaco ha mejorado bastante. “Tenemos números muy bajos”, explicó el royal. “La gente ha cumplido muy bien las medidas para frenar el Covid y por eso hemos podido mantener abiertos los restaurantes y otros puntos de venta”, añadió.
Igual que hicieron con las ceremonias reducidas por el Día Nacional, habrá medidas de seguridad adicionales para las celebraciones navideñas. “Vamos a tener mucho cuidado”, aseguró. Por eso, Mónaco cerrará los lugares públicos donde suele ir la gente por la víspera de Año Nuevo.