Amaia Romero y Alizzz visitaron el pasado martes El Hormiguero para presentar su último tema juntos, El encuentro. “Tenía bastantes canciones hechas y pensaba con qué artista podía colaborar, y Amaia siempre estaba presente”, explicó el compositor.
La pareja musical comentó con Pablo Motos la ambientación del videoclip en la Ruta del bakalao. “Nos molaba porque queríamos hacer algo emocional, pero a la vez que fuese sucio, crudo. Y la Ruta del bakalao permitía hacer algo bonito y macarra”, explicaron. El presentador, entonces, quiso recordar cómo vivió él aquella época: “Estuve mucho, empalmando el día y la noche”, confesó.
Una naturalidad característica
Amaia, con su naturalidad de siempre, contó algunas anécdotas personales curiosas. La cantante navarra explicó que se le murió un pez que tenía y, como no sabía qué hacer con él, decidió congelarlo. “Y dos años después, sigue ahí”, confesó.
La artista de Pamplona pasó el Covid en noviembre y tuvo que cancelar conciertos para recuperarse. “He estado sin sabor ni olfato, era una cosa muy rara porque notaba la textura y la temperatura de la comida”, explicó. De hecho, su compañera de piso le tapó los ojos y ella confundió el kétchup con el yogur natural.
Un curioso plato favorito
Sin embargo, el aspecto de la ex triunfita que más sorprendió al presentador y al público fue la revelación de su curioso plato favorito: los ojos de pescado.
"Llevo comiéndolos desde pequeña, cuanto más grandes, mejor. Notas la textura como gelatinosa y saladita", afirmó. Esta confesión dejó a Pablo Motos repugnado y sin palabras.