Raquel Meroño empezaba el décimo programa de Masterchef Celebrity rebosante de alegría al ver que sus hijas la iban a acompañar, al menos, en la primera prueba. Pero no todo ha ido tan bien.
El reto inicial ha salido perfecta. Ella y las pequeñas han elaborado el mejor trampantojo, al parecer de los chefs: una tarta con forma de fresa que le ha supuesto ser la mejor, y por tanto, la capitana en la prueba de exteriores.
Al límite
Ha sido entonces cuando todo se ha empezado a torcer. Pese al paraje privilegiado de Ibiza, en el restaurante Roto de Jorge Brazález, exconcursante de Masterchef, la modelo ha estallado.
Ella sola ha tenido que dirigir a los dos equipos, además de a su gran amigo Josie, encargado del postre. Esto y la presión que le han puesto Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, la han puesto al límite, casi al borde del llanto.
Entre lágrimas
“Me va a estallar la cabeza”, admitía Raquel durante una prueba. Aun así, sus compañeros no han tenido apenas quejas de su capitana, más allá de algún comentario de Celia Villalobos lamentado su ausencia.
Pese a todo, el equipo azul --Flo, Nicolás Coronado y Ainhoa Arteta--se ha mostrado muy contento con su liderazgo, aunque el equipo rojo, formado por Celia Villalobos y la Terremoto de Alcorcón --que esta vez no pelearon--, lo han pasado peor y han perdido la prueba. "He hecho todo lo posible, pero he fallado. He fallado porque no puedo estar en dos sitios a la vez", se justificaba. Al final, no ha podido más y ha reventado a llorar. "No me ha gustado fallar a una parte del equipo", lamenta.