El culebrón entre Josep Maria Mainat y Angela Dobrowolski suma un nuevo capítulo: la mujer ha sido detenida junto a Gabriel, el escort venezolano con el que mantuvo una relación extramatrimonial, cuando ambos trataban de okupar la mansión que posee el productor de televisión en la localidad de Canet de Mar.
Ambos se encuentran arrestados en los calabozos de Arenys de Mar, a la espera de ser puestos a disposición judicial, tras ser sorprendidos por las cámaras de seguridad de la vivienda. Trataron de acceder a su interior por los tejados del inmueble, la misma táctica que empleó Dobrowolski para asaltarla en una primera ocasión.
Aprovecharon que Mainat está en Barcelona
El programa de Ana Rosa ha dado en exclusiva la noticia del arresto de Angela Dobrowolski y Gabriel por un presunto delito de allanamiento de morada e intento de robo en la segunda residencia de su exmarido, el productor Josep Maria Mainat, al aprovechar que el exmiembro de La Trinca se encontraba en Barcelona en su recién recuperada casa.
La pareja se ha desplazado hasta la vivienda a primera hora de la mañana de este martes 24 de noviembre con la intención de asaltarla y okuparla. Lo han hecho desde los tejados del inmueble, desde donde han logrado forzar la ventana de un baño para acceder al interior.
Querían desvalijar la casa y okuparla
Las cámaras de seguridad captaron la escena, por lo que se desplazaron hasta la mansión cuatro patrullas de la Policía Local de Canet de Mar y de los Mossos d'Esquadra, que frustraron las intenciones de los detenidos. Al parecer, según las primeras investigaciones, pretendían desvalijar la casa y permanecer en su interior de forma indefinida. Además, este mismo verano, Dobrowolski ya accedió a la vivienda con el mismo modus operandi.
A la espera de pasar a disposición judicial, la mujer suma un nuevo delito a su lista, entre los que se encuentra el intento de asesinato del propio Mainat --por el que se encuentra el libertad condicional-- con la intención de cobrar su herencia antes de firmar el divorcio. Y justo cuando no hace ni dos semanas que encontró un piso en el que vivir, en Barcelona, por unos 4.000 euros de alquiler al mes.