Mientras que Cristiano Ronaldo sufre las consecuencias de su positivo por coronavirus, su prometida, Georgina Rodríguez, no para de trabajar. En menos de veinticuatro horas, la influencer ha compartido dos instantáneas en las que aparece en portada de dos prestigiosas publicaciones vinculadas al mundo de la moda y la actualidad: MujerHoy y Paris Match.
En ambas revistas, la socialite habla alto y claro sobre diferentes cuestiones en las que se había mantenido al margen hasta ahora; incluso se ha atrevido a realizar un alegato feminista. Al grito de "me encanta ser mujer" la novia de Cristiano Ronaldo pide que las mujeres se quieran tal y como son, "sin complejos".
Una carrera imparable
La de Jaca se siente cada día más suelta con los medios. Rodeada de flashes, la popularidad que ha obtenido en tan poco tiempo es un fenómeno digno de estudiar. Un hecho que conlleva que las firmas de moda más prestigiosas se la rifen para presentar sus exclusivas colecciones. Unos reportajes por los que "Gio" se estaría embolsando auténticos pastizales y que ven casi veintidós millones de personas en Instagram.
No cabe duda que Georgina ha aprendido a volar sola rápidamente. Es tanto el alboroto mediático que levanta allí por dónde pasa, que es capaz de eclipsar al mismísimo Cristiano. Queda claro que Rodríguez viene para romper definitivamente con ese tópico tan anticuado "detrás de un gran hombre, hay una gran mujer".
Muy crítica
Sin embargo, esta ha sido la primera vez en la que hemos visto hablar a Georgina sin tapujos de todo cuanto le rodea. Deja claro que tiene voz y voto y no se corta un pelo. Tanto habla de política, del papel de la mujer, como de su situación económica. De hecho, la modelo ha sido muy crítica en este último ámbito más personal y ha respondido contundentemente a todos sus detractores. "Noto mucha envidia hacia mi pareja y mi persona. Está mejor visto ser rico de cuna" subrayaba la prometida del portugués.
Además, la modelo ha confesado como fueron esos primeros encuentros con Cristiano. Un relato absolutamente desconocido hasta ahora y si mal no parece, lo suyo fue un flechazo en toda regla. Se cruzaron por la calle, el jugador fue de compras a la tienda donde Georgina era dependienta y poco tiempo después, coincidían en una fiesta. El escenario idóneo para que compartieran unas primeras palabras que han terminado en compromiso matrimonial.