Georgina Rodríguez ha sido una de las protagonistas indiscutibles de este fin de semana. Si el sábado la se la podía ver encima de un lujoso Bugatti Centodieci, cuyo precio ronda los ocho millones de euros, el lunes aparecía dedicándole una imagen a su "Virgencica del Pilar".
Y es que, según parece, la de Jaca es toda una devota de la patrona de su tierra. Y, como no podía ser de otra manera, el 12 de octubre se acordó de su Virgen y publicó una instantánea en su Instagram en la que aseguraba que había comprado flores para su Santa Madre.
Impresionar a Cristiano
Aunque desconocemos si entre sus suplicas a la vestal se encontraba la de conquistar a Cristiano Ronaldo, la modelo ha vuelto a dejar claro que está absolutamente enamorada de su chico.
Bajo el texto "actúa normal que viene Cristiano", compartía una instantánea en la que parece tener más interés en impresionar al astro del balón que no en la exclusividad del vehículo en el que se encuentra sentada y que puede alcanzar los 380km/h. No cabe la menor duda, Georgina no cambia a Cristiano ni por todos los millones del mundo.
Los lunes al curro
Sin embargo, mientras que en España el lunes era festivo, en Italia, la prometida de CR acudía a la oficina. Así pues, Georgina continuaría empeñada en hacer creer que su vida es de lo más común y que como cualquier otro mortal, acude a su puesto de trabajo. Un emplazamiento todavía desconocido, así como también lo son las labores que en él realiza. Ahora bien, si hay algo de cierto en todo esto, es que su estilismo debe ser de lo más comentado.
Para la ocasión, Rodríguez se fotografiaba frente al espejo del ascensor en el que se le veía lucir una imagen de lo más deportiva y que supera los 20.000 euros. Una gabardina de Prada, unas mayas de ciclista, un top blanco y un bolso de Hermes, fue la indumentaria con la que Gio se presentó el lunes para cumplir con sus obligaciones laborales.
"Flores para su virgencica"
Unos asuntillos que la pareja del futbolista despachó antes de media mañana para dirigirse acto seguido a una floristería. El motivo no era otro que el de fotografiarse nuevamente, pero, esta vez con flores en la mano.
Una imagen que compartía a modo de ofrenda y que se la dedicaba a su “Virgencica del Pilar”, añadiendo un toque patriótico a través de un ¡Viva España!.