Imágenes de alto voltaje en La isla de las tentaciones 2. Una de las nuevas parejas surgidas en el reality de Telecinco no ha podido contenerse y ha protagonizado la segunda escena más caliente y picante de la temporada
Se trata de Marta Peñate y Dani. La ex de Gran Hermano y su tentador no han podido aguantar más y han terminado juntos, y muy revueltos, en la fiesta de disfraces celebrada al otro lado del charco. ¿Cómo te quedas?
Marta se desmelena más que nunca
Si hasta hace unos días la canaria anunciaba estar empezando a sentir algo por Kevin y Dani, dos de los solteros, en este sexto episodio no ha dudado en dar rienda suelta a la pasión con Dani. Un joven moreno de 24 años, y algo alocado, según ella misma ha confesado. Todo empezaba en el cuarto de baño de Marta, mientras que la pasión continuaba en la cama. Hicieron de todo y los usuarios en las redes, como no podía ser de otra forma, ardieron con ellos.
Sin embargo, la pareja de Lester no parece sentirse muy orgullosa de lo ocurrido. Si tras el primer beso con Dani se echaba las manos a la cabeza, y se arrepentía por lo que pudieran decir sus padres, para la ocasión, la concursante ha confesado que lo sucedido en su habitación ha ido más allá de lo que le habría gustado. “Demasiado, bastante” reiteraba la enemiga de Sofía Suescun.
Lester, tocado pero no hundido
Mientras tanto, en la hoguera de los chicos, su novio se derrumbaba al ver como su pareja se besaba con otro que no era él. Una situación que, tal como el mismo Lester relató, le llevó a romperse por dentro y a llorar por todas y cada una de las esquinas de Villa Montaña. Aunque como dice el refrán, “no hay mal que cien años dure”.
Y eso mismo parece que pensó el canario al buscar consuelo en Patricia, su pilar dentro de la casa. Ambos fueron los protagonistas de unas imágenes en las que se les veía de lo más acaramelados y que terminaron en algo más. No cabe duda, un clavo saca otro clavo. Y los besos con Patricia lo confirman. ¿Será Marta la siguiente en pedir una hoguera de confrontación? Madre mía, madre mía.