Después de unos largos meses de encierro por el coronavirus, muchas son las personas que no se pueden resistir a darse una buena fiesta para liberar tensiones y olvidarse de todo lo malo que ha pasado.
Una noche de juerga como la que se acaba de marcar el marido de Lourdes Montes, Fran Rivera, con su grupo de amigos de toda la vida. Así lo ha demostrado el torero, a través de sus redes sociales, para sorpresa de todos. ¿Qué ha hecho?
Duros momentos para Fran Rivera
La crisis sanitaria ha sido bastante difícil para el que fuera matador. Y es que Rivera, para colmo suyo, ha vivido el coronavirus muy de cerca. Pues su hija Tana, fruto de su relación con Eugenia Martínez de Irujo, estuvo infectada de dicha enfermedad, tal y como desveló ella misma para la revista ¡Hola!. "He pasado el coronavirus. Lo he pasado con bastante malestar, pero poca fiebre", afirmó la joven de 20 años a principios de junio.
Una enfermedad de la que también sufrió sus terribles secuelas. Y es que Tana explicó que también terminó perdiendo el olfato por unos días. Aunque, a día de hoy, la joven ya se encuentra en perfecto estado. Un duro testimonio que se suma a las palabras que su padre, a mediados de junio, soltó a su paso por el programa Espejo Público donde acude como colaborador. "Tuvimos mucha suerte porque Tana lo pasó al principio y estuvo tres días con dolor de cabeza y algunas décimas de fiebre. No llegó a ir ni al médico, ni nada, la verdad", confesó Fran.
Fran Rivera libera tensiones
Tras unos duros meses de encierro, el que fuera torero se ha marcado una noche de fiesta y diversión con sus amigos. Una velada nocturna con la que el colaborador de Antena 3 se ha olvidado de todo lo mal que lo ha pasado durante este tiempo. Una fiesta de la que él mismo ha presumido en su cuenta de Instagram, en donde se muestra muy entregado y desatado.
"Cuando lo das todo con tus amigos. Esos ratos donde no sobra ni uno. Y que difícil es eso...", escribe el hermano de Cayetano Rivera junto al vídeo que ha publicado en sus redes. Un material gráfico en el que se ve al torero, en plena noche, sentado en unas escaleras al lado de sus amigos, algunos de ellos con guitarras en mano, mientras cantan una canción dedicada a Sevilla, ciudad donde vive y ha formado una familia al lado de la diseñadora. Una noche de diversión con la que Fran ha roto con la imagen de tipo serio y formal. ¿Hablará también de esto cuando vuelva a plató de Espejo Público?