Un fin de semana en La Garrotxa: qué ver, qué hacer, dónde dormir...
Bienvenidos al que es considerado el mejor paisaje volcánico de toda la península Ibérica
27 abril, 2021 20:24La tierra de los volcanes se encuentra en una comarca de Girona situada al norte de la comunidad autónoma catalana. No, no se trata de un error. La comarca de La Garrotxa, que se asoma a la cuenca del río Fluvià, es un espacio mágico que bien merece una escapada de un fin de semana para exprimirla al máximo en todos los sentidos.
El conocido municipio de Olot es la capital de esta zona considerada como el mejor paisaje volcánico que hoy en día se puede admirar en toda la península Ibérica. Se trata del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa donde se pueden ver innumerables cráteres y diferentes coladas de lava. Este es el principal atractivo de esta comarca que, además, ofrece rutas y preciosos pueblos medievales como otros alicientes turísticos que el visitante no se puede perder por nada del mundo.
El paraíso del senderista
Si a uno le gusta el senderismo, está de suerte ya que esta zona es muy propicia para ello. Además de esa parte más volcánica antes mencionada, esta comarca gerundense ofrece una parte más hacia el norte cuyo paisaje cambia por completo y se llena de elevaciones montañosas, picos y desfiladeros imposibles. También es un enclave perfecto para hacer alguna que otra caminata mientras se respira aire puro; pero en este caso mejor si uno ya es experto en esto de calzarse las botas de monte.
Pero, sin duda, la ruta por excelencia de La Garrotxa es visitar el hayedo de Fageda d’en Jordà. Un auténtico espectáculo mágico de la naturaleza. Este conjunto natural se encuentra junto al volcán Croscat (otra maravilla en la que detenerse) y lo curioso es que pese a que los bosques de hayas sobre todo se pueden contemplar en espacios a más de 1000 metros de altura, este apenas se encuentra a la mitad.
Pueblos con encanto
Dejando de lado la parte más natural, La Garrotxa ofrece al visitante numerosas localidades que todavía conservan todo su encanto y que dan buena cuenta de un pasado medieval donde confluyeron tradiciones judías y renacentistas. Es el caso de pueblos imprescindibles para darse un paseo como es el caso de Castellfollit de la Roca, Vall d'en Bas y Besalú. Mención aparte merece este último nombre: un conjunto medieval perfectamente conservado y que destaca por su iglesia de Santa María y su puente con sus siete arcos de medio punto sobre el río Fluvià.
En esta ruta algo más urbana no podía faltar la capital de la comarca, Olot. Una localidad que, pese a que a primera vista parece no sorprender, sí que tiene un bonito barrio histórico donde destacan visitas imprescindibles como su catedral y varios edificios de estilo modernistas como es el caso de la Casa Solà Morales obra de Lluís Domènech i Montaner, que fue el encargado del diseño del conocido Hospital de Sant Pau en Barcelona.
¿Dónde dormir?
Para visitar la zona sin perderse ninguno de sus rincones imprescindibles lo mejor es alojarse en algunos de los establecimientos con encanto que salpican La Garrotxa. Uno de ellos es Mas Casamitjana, una masía cuyo origen se remonta al año 1344 y que se erige en mitad de la zona volcánica. Un alojamiento único para descansar y perderse en la naturaleza entre bosques de hayedos, robledales y castaños.
Para los más urbanitas, en el municipio de Olot se encuentra el hotel Borrell que se encuentra a escasos minutos del centro histórico, comercial y gastronómico de la ciudad. Un espacio que destaca por el buen hacer de una experiencia de más de 30 años en el sector y que ofrece al visitante todo lo que este pueda necesitar para su escapada a La Garrotxa.
Si sobra tiempo...
Aunque con esta excursión uno ya se aleja de la comarca de La Garrotxa, merece la pena este pequeño desvío (sobre todo si uno se encuentra en el pueblo de Besalú) para contemplar la inmensidad del Estany de Banyoles (Lago de Bañolas). No en vano es el lago más grande de toda la comunidad y ofrece una oportunidad perfecta para dar un agradable paseo.
Incluso si hace buen tiempo, además de tomarse un refresco en algunos de los establecimientos del lugar, uno puede animarse y darse un chapuzón de lo más refrescante en las zonas habilitados para ello con total seguridad.