Barcelona es famosa por su gastronomía. Sus bares y restaurantes suelen aparecer entre los más reservados o incluso en las guías Michelin y Repsol. Por eso, hacerse un hueco cuesta y si se logra es por algo.

Uno de los nuevos espacios que ha conseguido visibilidad es By Safe House, un club pensando en el networking pero donde también se puede tomar algo y paladear un buen vino sin problemas, así como disfrutar de sus exposiciones de arte e incluso cerrar negocios. Sus responsables lo definen como "una versión renovada del tradicional club inglés".

Vinoteca del By Safe House

Ambientación

Pero que nadie espere sólo una cosa lujosa. Hay modernidad. Prueba de ello es que el empresario Isidoro Andaluz está detrás. Conocido como the dream maker (el hacedor de sueños, en inglés), ya hizo que sus locales lo fueran todo en los 80 en plena movida madrileña, ahora atrae hasta a influencers.

En este ocasión, sus responsables han querido darle al local un toque de piso franco de la CIA de los años 40. Aquellos pisos retratados por el cine donde vivían los agentes especiales o se ocultaba a los testigos protegidos. Todo en más de 700 metros cuadrados repartidos en tres plantas.

Salón del By Safe House

Reuniones y espectáculos

El visitante es recibido por una vinoteca de 180 vinos elegidos por la sumiller Anna Solé López. En la sala principal hay espacio para tomar cócteles, refrescos y hasta comida. Pero si se quiere intimidad, cerrar un negocio o celebrar una reunión, también se dispone de una planta inferior. Allí hay dos salas anexas, una que puede servir para presentaciones y la otra para fistas donde escuchar música, tomar algo o incluso bailar.

Más allá de eso, el club cuenta con una sala donde se pueden celebrar exposiciones y donde se programan monólogos y conciertos en pequeño formato. ¡Ah! Y además los visitantes pueden obtener descuentos para otros negocios de la ciudad.