Hacer turismo no solo es conocer lo mejor del patrimonio cultural, artístico, patrimonial o natural de una zona o país. El turismo también es conocer lo mejor de la gastronomía del lugar degustando algunos de los platos y productos más típicos y populares para el deleite de uno mismo. Hoy, esta ruta que se descubrirá a continuación recorre la provincia de Lleida; en este caso para el disfrute del paladar.
Restaurantes para todos los gustos y donde uno puede hacer un recorrido de mesa en mesa y de plato en plato con recetas tradicionales en un viaje desde los sabores de toda la vida, hasta parar en elaboraciones sorprendentes que nada tienen que envidiar a los restaurantes de alta cocina de grandes capitales. Bienvenidos a una tierra donde el entorno natural adquiere un gran protagonismo, también en su cocina.
Gastronomía leridana
Esta bella provincia catalana se saborea conociendo alguno de sus ingredientes y platos más típicos. Una personalidad en los fogones que se muestra en forma de caracoles, carnes a la brasa, embutidos, cassoles, ollas, setas en otoño y lo mejor de sus campos frutales.
Y como a nadie le amarga un dulce, y más cuando se está de vacaciones, Lleida bien puede ser un paraíso para los golosos en forma de las conocidas cocas de recapte, los panadons --una especie de empanadilla, pero con un tamaño más grande y hecha de espinacas, pasas y piñones--, así como sus famosos dulces de almendras que se conocen popularmente como los "Granados" en clara alusión al músico nacido en la tierra.