El Parc Nacional d'Aigüestortes y el Estany de Sant Maurici es una de las excursiones más populares que se pueden realizar en el interior del territorio catalán. Situado en el extremo noroccidental de Cataluña, perteneciente a la provincia de Lleida, su visita es más que recomendable para disfrutar de unos días en plena naturaleza, que permiten desconectar de la rutina diaria en un marco incomparable.
Para entrar al parque, es posible tomar uno de los dos accesos con los que cuenta. El primero de ellos es el de Boí, que permite adentrarse en esta espacio a partir de la vertiente occidental de Aigüestortes. No obstante, y pese a ser el acceso más común, no es el único. La entrada de Espot es la más oriental y es la que pertenece a la zona de Sant Maurici.
Diferentes rutas para conocer un mismo espacio
Escoger una única ruta para adentrarse en el parque, que llevará a los interesados a conocer a la perfección este espacio natural, es especialmente complejo, debido a la extensión del mismo, con una superficie superior a los 140 kilómetros cuadrados. No obstante, es importante tener en cuenta que todas ellas comparten un denominador común que puede facilitar la decisión.
Uno de esos elementos es la presencia de un teleférico, que permite ascender en menos de un cuarto de hora desde el lago de Sallente hasta el Estany Gento. Pese a que no todos los visitantes conocen su existencia, este sistema de transporte aéreo supone una magnífica herramienta para conocer las dimensiones del parque y disfrutar de unas vistas espectaculares del entorno.
Por otro lado, también es importante destacar que existen diferentes fórmulas que ponen a disposición de los usuarios todas las maravillas que ofrece este enclave excepcional, siempre a través de un agradable paseo. Por lo tanto, los amantes de la naturaleza que acudan al parque solo tienen que escoger la ruta que mejor se adapte a sus gustos y condición física, pudiendo después disfrutar de la amplia diversidad cultural y el resto de espacios característicos de la zona.
Planell de Aigüestortes, lago Llong y lago Redó
Con un recorrido estimado de tres horas y media, esta es una de las mejores rutas para una primera visita al parque catalán. Entre sus particularidades se encuentra la ausencia de pendientes demasiado extremas, con un desnivel que no supera los 287 metros. Esta es una de las excursiones más populares a la hora de conocer la ribera de Sant Nicolau, situada en el extremo occidental del parque.
Otra de las ventajas con las que cuenta este camino es que sigue en todo momento la dirección del río y, sin que el visitante se de cuenta, de manera progresiva se va ascendiendo y ganando en altura, entre los bosques de pino negro y los diferentes llanos que surgen a cada paso, como el que se encuentra en la zona de Aigüestortes, conocido por lo serpenteante de su recorrido. Otro de los principales puntos de interés es el refugio de Estany Llong. Su posición, ubicado frente al lago, hace que sea uno de los rincones más hermosos y solicitados. Para culminar la ruta, conviene acudir a la cascada de Sant Esperit. Regalando una panorámica única a todos sus visitantes.
Aparcamiento de Pierró, lago de Sant Maurici y lagos de Ratera y Amitges
De extensión muy similar al anterior, pero con un desnivel algo más pronunciado, esta es otra de las rutas más recomendables para disfrutar de este espacio y de todas las maravillas naturales que lo conforman. Su principal atractivo es que ofrece una visión completa del valle del río Ecrita, dominada sobre todo un bosque frondoso de pinos rojos, abetos y pinos negros, entre otras especies. Además, el paisaje irá asumiendo diferentes personalidades conforme se vayan acercando los árboles, hasta la última parada: el refugio de Amitges, situada a una altura de 2.380 metros.
Esta ruta también es muy conocida por la gran cantidad de lagos que va dejando a su paso, hasta sumar un total de siete, que en todo momento están presididos por la cima más alta y emblemática del parque, la de los Encants. El mirador del lago, situado muy próximo al lago de la ratera, es otro de los atractivos más interesantes con los que cuenta este lugar. Sin olvidar al verdadero protagonista de este recorrido, el Pi d'Amitges, un imponente árbol monumental y auténtico superviviente de las más duras condiciones ambientales que han azotado la zona durante su historia.