'The Wave', la ola de piedra en Arizona / CREATIVE COMMONS

'The Wave', la ola de piedra en Arizona / CREATIVE COMMONS

Curiosidades

¿Cómo se formaron las famosas olas de piedra de Arizona?

El origen del paraje natural conocido como 'The Wave' se remonta a hace más de 190 millones de años, en el periodo Jurásico

28 agosto, 2018 12:33

En pleno Parque Natural del Cañón de Paria y las Colinas Rojizas, en Arizona (Estados Unidos), se ubica una maravilla natural bautizada popularmente como The Wave (La Ola), una formación arenisca de un color rojizo muy intenso que peina la zona representando esta peculiar forma que le da nombre, a causa de la erosión que ha sufrido con el paso del tiempo.

Según han confirmado los científicos, esta gran formación rocosa y compacta fue en un principio una gran duna arenosa que durante siglos se fue solidificando y calcificándose en pequeñas capas verticales y horizontales, de tonalidades marrones y rojizas, hasta convertirse en la impactante obra natural que es hoy en día.

Los análisis que los científicos han desarrollado sobre la formación de este lugar datan que su origen debió remontarse a hace más de 190 millones de años, durante el periodo Jurásico, lo que lo convierten en una reliquia prehistórica que ha conseguido captar la atención de miles de turistas de todas partes del mundo y que recrea un paisaje que parece estar sacado de otro planeta.

Acceso limitado

Precisamente debido a la demanda turística por conocer este exótico lugar, para poder acceder a él es necesario solicitar un pase especial, muy valioso, puesto que sólo se entregan diez al día. El motivo de esta restricción tiene que ver, más que con el aforo, con la importancia de preservar este monumento natural, puesto que se trata de una formación de naturaleza muy frágil y a la que es importante dedicar métodos de prevención.

Como curiosidad, para todos aquellos visitantes que se presenten en la zona y que no dispongan del pase de acceso solicitado, a diario se realizan igualmente sorteos de entradas, que normalmente también ascienden a un número de 10 personas, por lo que decidirse a visitar esta espectacular ola de roca rojiza puede suponer ser uno de los afortunados.