Los pájaros pueden ver los campos magnéticos de la Tierra

Dos nuevos estudios científicos han evidenciado una propiedad en las aves que podría ayudarlas a ver los campos magnéticos de la Tierra. El hallazgo ha sido posible gracias a la investigación de un primer análisis publicado en Current Biology, en el que se estudia a los petirrojos, y otro en Journal of the Royal Society Interface, centrado en el estudio de los diamantes cebra. 

Según ambos estudios, las aves poseen una proteína en el ojo llamada Cry4, que es un tipo de criptocromo –fotorreceptores sensibles a la luz azul hallados tanto en animales como en plantas– encargado de regular, entre otras cosas, los ritmos circadianos. Gracias a la proteína del Cry4 en sus ojos, las aves desarrollan una habilidad extremadamente sorprendente: son capaces de orientarse detectando campos magnéticos mediante la visión, una técnica que recibe el nombre de magnetorrecepción. Para poder detectar estas ondas o campos magnéticos deben darse ciertas longitudes de onda de luz, específicamente luz azul, tal y como confirma la revista Science Alert, donde se publicó una de las investigaciones: “Esto parece confirmar que el mecanismo es visual, basado en los criptocromos, que pueden detectar los campos debido a la coherencia cuántica”.

Hallazgos relevantes

El equipo científico centró sus esfuerzos en el estudio de numerosos criptocromos, observando que el Cry4 era el que más posibilidades tenía de favorecer la magnetorrecepción ya que, a diferencia del Cry1 o Cry2, este se mantenía constante. Además de este hallazgo, los científicos encontraron otros datos relevantes para la observación de los campos magnéticos, por ejemplo que el Cry4 está agrupado en una región de la retina que recibe mucha luz, un factor clave.

Sin embargo, los datos recopilados hasta ahora no son definitivos sino que es necesario desarrollar una investigación más exhaustiva para evaluar correctamente el resto de criptocromos y sus funciones en este tipo de animales.