Las extraordinarias propiedades de la miel, mucho más que un antibiótico natural
Este ingrediente natural aporta energía, ayuda a hidratar el cabello, ofrece antioxidantes y sirve en caso de quemaduras solares
1 septiembre, 2021 19:28Un gesto que sobre todo se repite los días del más crudo invierno a modo de prevención o cuando ya se está resfriado: tomarse un confortante vaso caliente de leche con miel. Un remedio natural y saludable para mejorar los síntomas asociados a este catarro (sobre todo si se tiene tos o dolor de garganta) tan propio de los meses más fríos del año. Y es que una de las propiedades de este ingrediente de la naturaleza es servir como antibiótico natural.
Pero son muchas más las bondades que tiene este tesoro de la alimentación, desde la antigüedad, gracias a una compleja composición donde no faltan ni las vitaminas ni los nutrientes de lo más saludables... y deliciosos. Y es que además de sus buenas noticias para el cuidado de la salud, la miel es un ingrediente perfecto para todo tipo de recetas de cocina.
¿Cómo se produce?
La respuesta a esta pregunta hay que buscarla en las abejas del género Apis Mellifera. Ellas son las encargadas de recolectar el néctar de las flores (o de otras partes de la planta) y de transformarlo para dar vida, por medio de las enzimas, a esta sustancia viscosa que se va almacenando en los paneles de la colmena. Tras un periodo de maduración, la miel está lista para ser recogida por los apicultores.
Un trabajo que a día de hoy se sigue haciendo de manera artesanal para obtener un ingrediente básico que procede de la naturaleza y que ya en la Antigua Grecia no solo servía como condimento, también como un elemento más de la medicina ya que se usaba entonces para curar heridas, quemaduras e incluso para amortajar los cuerpos de sus difuntos.
Una sana composición
Volviendo a esas bondades para la salud, todo es gracias a la composición tan única de la miel ya que tiene azúcares, ácidos variados como el láctico o el fosfórico, vitaminas (C o del grupo B), minerales como fósforo, calcio, magnesio, hierro, yodo o zinc entre otros muchos; además de aminoácidos esenciales, flavonoides, polifenoles, enzimas y un largo etcétera.
Así, entre sus propiedades de lo más sanas se puede mencionar su aporte de energía al organismo en apenas unos minutos por lo que resulta muy aconsejable para aquellas personas que padecen anemia o que les falta un empujón de vitalidad. De esta manera y gracias a su composición en azúcares, lo que se consigue es restablecer el ritmo habitual del organismo y ofrecer energía a la musculatura cardiaca por lo que es aconsejable para mayores, niños en edad escolar o aquellas personas que han hecho un importante desgaste físico.
Beneficios de la miel
Más beneficios a tener en cuenta cuando se toma una cucharada. Además de ser un remedio para esos días en los que asoma el resfriado, la miel tiene un importante poder antibacteriano que sobre todo resulta útil en casos de tratamientos de acné y como exfoliante de la piel y es una fuente de antioxidantes muy aconsejable para mejorar el sistema inmune y como prevención de procesos inflamatorios.
Por si fuera poco, su elevada concentración de humedad la hace perfecta para hidratarse, no solo por dentro; sino también por fuera como es en el caso del cabello. Por último, la miel (tomada en cantidades moderadas) favorece también el correcto funcionamiento del sistema digestivo y ayuda a aliviar síntomas de estreñimiento o en caso de diarrea. Y si el problema es que se tiene una quemadura de sol o alguna herida, este ingrediente natural puede formar parte del tratamiento por su poder antiséptico.
Cómo tomarla
Lo más recomendable, para aprovechar al 100% los beneficios saludables que ofrece, es tomar la miel más natural y artesanal posible; que se mantendrá en recipientes cerrados y lejos de la humedad y la luz para que se conserve perfecta. Una ingesta que se puede hacer de manera moderada de forma independiente o bien como parte de recetas como aliños para ensaladas o como acompañamiento ideal no solo de postres, también de quesos, frutas, yogures o como endulzante de infusiones.
A la hora de comprarla es bueno fijarse en su procedencia para obtener unos beneficios u otros en función de las flores de las que proceda. Así, por ejemplo, la de romero es expectorante, la de tomillo antiséptica y digestiva, la de espliego actúa como sedante natural y la de encina se recomienda en casos de asma. Para catarros y gripes lo mejor es la miel de eucaliptus, mientras que la que procede del brezo está indicada para personas que necesitan un aporte de hierro en su organismo.