La paella es tan valenciana como ya internacional. Cualquier persona de todo el mundo que haya escuchado hablar de este plato o visitado España ha intentado hacer una en sus casas. Aunque sea con chorizo. Pero más allá de aberraciones varias, el origen es de Valencia, y su sabor ha llegado hasta Gràcia.
No se trata de un chef cualquiera que ha tenido buenas críticas por parte de algún guiri que se haya acercado al barrio. No, bajo el rótulo de Diània se esconde mucho más que un bar de moderno, sino dos cocineros valencianos que saben muy bien como hacer el plato de su tierra. Eso, y mucho más.
Roger y Jordi Mascarell abandonaron su La Safor natal para emprender un viaje a Barcelona y probar suerte aquí. El primero pasó por las cocinas de varios locales, ninguno destacable, hasta que un día decidió volar solo. Bueno, con su hermano en la dirección.
No fue fácil. Empezar un negocio de cero con los pocos ahorros que da la hostelería no es sencillo, pero como ellos mismos apuntan, acudieron a la cooperativa de servicios financieros Coop57, para arrancar su negocio barcelonés.
Más allá de la paella
Su lugar elegido es un templo gastronómico. Gràcia está lleno de bares y restaurantes de comida de toda la vida, pero también de estilo sofisticado y con fusiones de la gastronomía mundial. Ellos fueron a lo que conocían: la paella y otros platos típicos de La Safor.
La idea ha cuajado más de los que ellos pensaban. Si sus arroces son los platos estrellas, no falta un buen puchero de pulpo, una buena crema de calabaza, una buena anguila ahumada, un capellanet (una bacaladilla) o un espencat, que son unos pimientos rojos y berenjenas asadas típicas de su tierra.
Qué es el figatell
Pero si hay un productor estrella más allá del arroz a banda, la paella tradicional (pollo, conejo y judías), la de marisco o la fideuà, hay otro plato estrella en este restaurante, el figatell. Una especie de hamburguesa de la zona de Safor que, en realidad, no es tal.
A pesar de que resulta fácil para explicar que es, este plato típico de Valencia es más un embutido fresco con forma de una albóndiga gigante y que se elabora de forma tradicional. Sus ingredientes básicos son el magro de cerdo especiado y mezclado con papada e hígado. Y por último, el toque especial, la cobertura con la mantellina, o lo que es lo mismo, la membrana de grasa que recoge y guarda las tripas del animal.
¿Restaurante o bodega?
Para los que nos muy fan de las vísceras de los animales, que no sufran, lo que uno se encuentra en el Diània tiene un aspecto muy parecido a la hamburguesa y un sabor tremendo. Además, viene acompañado de all i oli y colocado sobre una tostada. Casi un pincho.
Y es que este local que se ha hecho famoso por sus arroces y el figatell, dice ser más una bodeguita con algunas tapas que un restaurante. Pero no se dejen engañar por lo que dicen es un restaurante 100% y de los buenos donde disfrutar de una buena cocina valenciana.
Cómo llegar
La Diània (nombre que hace referencia a la zona que va desde Gandía a Alcoi, donde se criaron los Mascarell) se encuentra en la calle Mozart de Barcelona. En pleno corazón de Gràcia, es una de esas calles que siempre acaban adornadas en sus famosas fiestas populares de la virgen de agosto.
Opciones para llegar hasta allí en transporte público no faltan. Son varios los autobuses que suben por Gran de Gràcia y dejan a menos de cinco minutos del restaurante, como el V27 o las líneas 24 y 22. En metro, las paradas más cercanas son Fontana (L3) y Diagonal (L3, L5 y FGC).