Olvídense de especies invasoras, lo que más inquieta a muchos catalanes y conductores que se acercan a la Costa Brava es un enano. Y no es una leyenda urbana, es un enano que lleva lo contrario a su nombre y que asoma su cabeza cuando uno menos se lo espera.
La realidad es que este ser existe. No es un ser mitológico, es una tremenda escultura de más de cuatro metros que aparece en medio de la carretera y los que circulan por allí quedan completamente en shock.
¿Qué es ese enano?
Muchos ven un enano, otros un gnomo y hay quien lo califica como payaso. En cualquier caso, si sus dimensiones sorprenden sus colores hacen que genere confusión. Claro que descubrir que entre las piernas tiene una gran apertura para pasar por debajo de este ser tampoco ayuda. Ni la expresión de su cara.
Para los que se pregunten qué hace semejante armatoste allí, que no se confunda. No es un anuncio, tampoco un monumento, ni un descarte de ninguna rotonda, sólo es una atracción de un parque infantil ya abandonado.
Seres extraños
Este ser no es más que una construcción más de la fábrica Falgàs, una empresa dedicada a la construcción de juguetes y atracciones de feria que tenía su sede entre Roses y Empuriabrava. A pesar de que ya no se encuentran allí, quedan algunas figuras.
Si una se desvía de la C-260 para explorar que es semejante figura humanoide en medio del campo, va a descubrir que hay mucho más, entre ellos un elefante con un enorme tubo en su trasero muy cerca de un cocodrilo gigante. Todo a lo grande y de lo más bizarro.
De dónde sale
Todas esas esculturas son en realidad prototipos a gran escala de las famosas atracciones de Falgàs, S. L., una empresa familiar inaugurada en 1960 por Josep Falgàs y que ha seguido cosechando éxitos hasta el día de hoy.
Tragaperras
Aunque hoy en día les ha salido mucha competencia, seguimos teniendo sus máquinas en pie, sobre el césped, viéndonos pasar.
Cómo llegar
Si uno vive en Empuriabrava tiene sólo una hora andando hasta allí desde el centro. En coche son apenas siete minutos. De hecho, se encuentra pasada la primera rotonda de la C-260 en dirección a Roses.
Desde Barcelona se tarda un poco más. Cerca de dos horas. Uno debe ir por la AP-7 hasta Figueres, tomar la N-II y desviarse por la C-260 en dirección Empúries. Entonces, antes de llegar a la Venecia catalana se ve ese enano que tanto inquieta a los conductores.