Lleida es la capital catalana más alejada del mar. Es la única que no está bañada por la costa, pero ser pobre de Mediterráneo no la hace pobre de riqueza. Hay de todo, como en todos lados, pero hay un barrio que destaca por encima del resto. Sobre todo, por la renta acumulada.
La capital del Segrià tiene una ciudad dentro, un oasis de riqueza. Un discreto barrio que creció poco a poco y se ha convertido en el más rico de Lleida. Hablamos del próspero barrio de Ciutat Jardí.
El más adinerado de Lleida (y de Cataluña)
Aunque acostumbramos a asociar la opulencia con lugares emblemáticos de Barcelona, como Pedralbes o Sarrià, este distrito ha irrumpido en el escenario económico como el enclave más adinerado no sólo de Lleida, sino de toda Cataluña, y el segundo a nivel nacional, después de La Moraleja en Madrid.
Lo curioso es que su éxito está entrelazado con la presencia de una institución que normalmente sugiere todo lo contrario: una prisión. Sí, Ciutat Jardí ha sabido darle la vuelta a la percepción convencional de que una cárcel degrada su entorno, convirtiendo los alrededores del Centro Penitenciario de Ponent en un codiciado lugar de residencia.
Una cárcel lucrativa
Este barrio, que debe su nombre a sus amplios espacios verdes heredados de su pasado rural, ha sido meticulosamente transformado en un remanso de lujo y comodidades. Casas con jardín, parques comunitarios y una ubicación estratégica cerca de servicios como la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria, el hospital Arnau de Vilanova y el Camp d’Esports, lo han convertido en un imán para la clase acomodada.
Los números hablan por sí solos: según datos de la Agencia Tributaria, la renta media bruta del barrio se ha duplicado en solo un año, alcanzando los 102.000 euros anuales en 2021. Una cifra que ha dejado boquiabiertos incluso a sus propios habitantes, que apenas han experimentado un ligero aumento en su población.
El vecindario Ciutat Jardí
¿El perfil de sus residentes? Funcionarios y empresarios, según se rumorea, aunque las opiniones difieren sobre quiénes son los principales impulsores de esta bonanza económica.
En resumen, Ciutat Jardí se erige como protagonista inesperado en el escenario de la riqueza catalana, desbancando a las glamurosas zonas de Barcelona y demostrando que la verdadera prosperidad puede encontrarse en lugares insospechados.