Hacer un viaje en el tiempo sin necesidad de una máquina muy sofisticada es posible en Cataluña. Sólo hace falta o un coche o coger Cercanías.

La R2 sud es la línea ideal para llegar a Calafell o bien en vehículo privado a través de la C-32. Y una vez allí, seguir los carteles del poblado íbero.

Origen 

Mucho más antiguo que cualquier ciudad romana, estas ruinas datan del año 295 antes de Cristo, pero, en cambio, uno puede ver y vivir a la perfección en aquella época a la que cruza la entrada.

Una de las razones es porque sus responsables han aprovechado las estructuras que dibujan las ruinas originales para construir los muros y reproducir cómo serían las construcciones de las casas originales. La otra son unas jornadas dedicadas a la fiesta y la divulgación.

Relato histórico 

El ayuntamiento organiza unas jornadas de cuatro días durante para que los locales y turistas conozcan mejor cómo se vivía. Se trata del festival de recreación histórica Terra Ibérica.

Durante estos cuatro días quien se acerque hasta allí va a poder disfrutar y conocer la gastronomía, cultura y modo de vida de íbero. Todo con un hilo conductor. Ultiliate, el hijo del caudillo, hizo un viaje que le cambió la vida hace cinco años. Ahora, quiere que su hijo sea el caudillo.

Experiencia 

Con esta premisa dan inicio unas jornadas en las que se lee cómo va a ser la sucesión. Con lucha de gladiadores, talleres de cerámica, actividades deportivas, rituales y degustaciones gastronómicas.

Un viaje en el tiempo en toda regla a tan sólo 60 kilómetros de Barcelona. Una experiencia en toda regla.

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