El listado de los elementos culturales que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco es cada vez más extenso. Son obras realizadas por el hombre o la naturaleza que, por sus características, las hace únicas en el mundo. Cataluña tiene 13 de ellas, aunque se cuentan con conjuntos.
Antoni Gaudí es el principal responsable que el territorio goce de tantas. Siete edificios diseñados por el arquitecto catalán tienen esta categoría: la Pedrera, la Casa Batlló, el Parque Güell, la cripta de la Colonia Güell, la Casa Vicencs, el Palacio Güell y la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia. De todas ellas, sólo la Colonia Güell está fuera de Barcelona, sino en Santa Coloma de Cervelló. A pesar de todo, muchos lo cuentan como un solo conjunto
Grandes conjuntos
Pero el Patrimonio de la Humanidad catalán no se acaba en Gaudí. Obras como el Monasterio de Poblet, el Palau de la Música, el Hospital de Sant Pau, el conjunto arqueológico romano de Tarraco, el arte románico de la Vall de Boí y el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo que hay en Cataluña. En total, son seis, pero como pasa con la obra de Gaudí, las dos construcciones modernistas de Lluís Domènech i Montaner, se cuentan como uno.
De todos ellos, el más antiguo de todos es el arte rupestre. Hay dos rincones en Cataluña que cuentan con obras prehistóricas que no sólo hablan del origen del hombre, sino de su interés de retratar su realidad y de expresarse de una manera artística. Estos dos rincones, separados por 150 kilómetros de distancia, se encuentran en El Cogul (Lleida) y Ulldecona (Tarragona).
El Cogul
La importancia de estas pinturas es obvia. En el valle del río Set, en la comarca de las Garrigues, se encuentra la Roca dels Moros, donde en sus paredes se distingue un conjunto de 48 figuras animales y humanes dibujadas con estilos levantino (del Paleolítico) y esquemático (del Neolítico).
Entre estos elementos, destaca la escena central: la representación de diversas figuras femeninas bailando alrededor de un hombre desnudo con un sexo destacado. Se trata de una escena relacionada con el culto a la fertilidad, pero tiene la particularidad de ser la única de estas características que se encuentran en el arco mediterráneo.
Descubrimiento
Los estudios revelan que la Roca dels Moros se usó como espacio de culto durante unos 5.000 años, y las pinturas halladas se hicieron aproximadamente hace 10.000 años, entre el Paleolítico y el Neolítico. Lo evidencian las escenas retratadas.
Estas pinturas prehistóricas se descubrieron en 1908, y fueron las primeras que se documentaron científicamente en Cataluña por los que fueron un referente del arte prehistórico. Posteriormente, se hallaron 11 grabados y más de 256 signos de inscripciones íberas, romanas y latinas. Poblaciones que conservaron ese arte rupestre, apreciando su valor. En 1998, pasaron a ser Patrimonio de la Unesco.
Ulldecona
Mucho más tarde, en 1975, se descubrieron las punturas rupestres, también de estilo levantino de Ulldecona. Situados en la sierra de Godall, los Abrigos de la Ermita son el conjunto más importante de pinturas rupestres del arte Neolítico en Cataluña.
Las obras revelan la importancia de las creencias y los mitos de los cazadores de la época. Los escarpes dibujan animales y arqueros junto a otras divinidades y los rituales alrededor de las mismas. Asimismo, cerca de la cueva del barranco donde se hallaron las pinturas, posteriormente, se encontraron también 14 abrigos decorados por el hombre hace 8.000 años.
El Arco Mediterráneo
Estos puntos del Patrimonio de la Humanidad de Cataluña, forman parte de un conjunto mayor, repartido a lo largo de toda España, llamado arco mediterráneo. Se trata de un conjunto de representaciones pictóricas de una sociedad prehistórica postpaleolítica que habitó las sierras y paisajes montañosos del levante de la Península, entre el Prepirineo oscense y las sierras del sudeste.
Estas obras se reparten por amplias zonas de las comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla-La Mancha y constituyen el conjunto de arte rupestre más grande de Europa. Unas imágenes excepcionales que muestran la vida cotidiana en un periodo fundamental de la evolución cultural de la humanidad.