Las aguas medicinales más frías de Cataluña: gratis, en plena playa y a una hora de Barcelona
La Costa Dorada recupera un atractivo turístico cuyo origen pocos conocen
23 enero, 2024 17:12Noticias relacionadas
Pocos creían que un pueblo de la Costa Dorada como Coma-ruga tuviera más encanto que el de ser la playa de El Vendrell. No era poca cosa, son decenas de kilómetros de playa cristalina y arena dorada donde, además, se come bien y relativamente barato. Pero, además, sobre este municipio corría una leyenda urbana.
Los vecinos de toda la vida siempre hablaron de los beneficios de las “aguas termales del riuet”. Los jóvenes y niños se reían de ellos, “no es más que una salida de cañerías”. El misterio, en cualquier caso, era saber: una, quién tenía razón y, dos, por qué sale tan fría esa agua.
Dónde están
La cuestión es que, en la playa de Coma-ruga, al lado del puerto, aparece un riachuelo de una especie de canalización que muere en el mar. No tiene mucha profundidad, llega hasta los tobillos, nada más. Sólo en la entrada uno puede mojarse hasta el cuello si se sienta frente a la salida del agua. El problema: el agua está helada.
¿Puede haber un agua termal fría? No. Técnicamente, sólo merece ese calificativo si la temperatura es cuatro grados o más superior a la normal. La de este municipio no cumple las condiciones. Pero para aquellos que iban a “curarse” el mal de huesos, informar que algo de razón tenían.
Origen de las aguas
Entre tanto debate sobre el riuet, el ayuntamiento tiró de archivo y reveló que los mayores tenían razón. Las aguas del riachuelo, tan frías, no son termales, pero sí medicinales. Y es que, hasta llegar allí, se han enriquecido mucho.
Proceden en realidad de rocas calcáreas del macizo de Bonastre y, debido a las fallas subterráneas, llegan a tales profundidades que quedan completamente heladas. De allí que, en su recorrido hasta la superficie, concentren una alta cantidad de sales cloruradas sódicas que, si bien las hacen no potables, sí tienen uso terapéutico.
Aprovechamiento turístico
Todo ello se conoce, desde el siglo XIX. Por aquel entonces, además, dieron con varios estanques de aguas tibias, de entre 18 y 21ºC y crearon unas termas a principios del siglo XX. La guerra acabó con ellas y el negocio cerró.
De eso hablaban los mayores y, entrado el siglo XXI, ahora pueden hablar los nuevos turistas, veraneantes y vecinos. Un grupo hotelero ha recuperado las termas y ha ayudado a que el ayuntamiento también acondicione la zona, incluso el riuet.
Cómo llegar
Ahora, quien pasa por el municipio puede ver paneles informativos sobre las aguas frías que salen por el riachuelo, que no son termales pero sí medicinales. Un hecho que cerró la boca de muchos.
Llegar allí, es fácil. Uno puede ir desde la AP-7 o la C-32 hasta la salida de Coma-ruga. Otra opción es ir en Rodalies. La parada de Sant Vicenç de Calders para justo allí.