Seurí

Seurí ESGLESIA DE SEURÍ

Curiosidades

El pueblo del Pirineo de 22 habitantes que revoluciona la iglesia

Sort esconde tesoros ocultos en medio del valle de Àssua que fusionan religión y arte contemporáneo

15 diciembre, 2023 09:55

Noticias relacionadas

Sort es conocida en toda España por un lugar emblemático, especialmente en estas fechas. La administración de lotería La bruixa d’or es una de las que más números vende del Gordo de Navidad, después de que muchos años fuera agraciada en el sorteo.

A pesar de esta fama lotera fruto de azar, la ciudad tiene otros muchos encantos. En sus calles y a sus alrededores. Situada a la entrada de los Pirineos, esta localidad cuenta con unas montañas y unos valles increíbles, donde la naturaleza sorprende por sus formas y colores.

Más aldea que pueblo 

En medio de estas montañas, en el valle de Àssua, se esconde un pequeño pueblo de tan sólo 22 habitantes, que encandila por su tranquilidad y ubicación. Para empezar está emplazada en una carretera que va a morir allí, la L-5225, después por su arquitectura.

Seurí es una pequeña aldea, perteneciente a Sort, con un conjunto de escasas viviendas, pero de un tamaño que desafía a lo que uno espera de un lugar con tan sólo 22 habitantes. Casas construidas en piedra de dos, tres y hasta cuatro plantas, donde las familias viven de la forma más cómoda en un paisaje envidiable.

Una idea revolucionaria

La vida allí es calma, el entramado de sus estrechas calles algo desordenado, fruto de su crecimiento lento y pausado desde que la construcción de las primeras casas. Adentrarse allí es experimentar el paso del tiempo y la comunicación con el entorno. Pero si algo sorprende desde hace un tiempo es la revolución de la villa y su iglesia.

Como toda buena aldea catalana que se precie, Seurí también tiene su templo de culto a católico, legado de la historia del territorio. En este caso, el santuario está dedica a Sant Víctor. Un espacio que hasta la llegada de Santi Moix sólo abría una vez al mes, para la fiesta mayor. Pero eso ha cambiado.

Victor Moix en la iglesia de Seurí

Victor Moix en la iglesia de Seurí ESGLESIA DE SEURÍ

Un barcelonés enamorado 

El artista, natural de Barcelona, visitó el pueblo hace años, cuando era un niño. Sus calles y sus valles se quedaron en su retina, no paraba de dibujar las montañas de Seurí. Por eso, ya de adulto, empezó a visitarlo de manera regular. Y, de pronto, surge la propuesta.

Dos vecinos, conocedores del arte de Moix, le proponen pintar la iglesia. No se trata de reconstruir frescos, sino que expresa su talento en esas paredes sagradas. Él se lo tomó a broma, pero no lo era.

La reconstrucción

El artista se puso manos a la obra y ha revolucionado la iglesia y el pueblo. Su mano ha convertido las altas paredes con humedades y retazos de yeso y sus tonos azules y ocres descoloridos, en luz y color. Las cicatrices en un edificio barroco, modificado a lo largo del tiempo que apenas deja entrever sus orígenes románicos, son ahora una atracción museística más propia del siglo XXI.

Con sus pinturas, este artista catalán ha logrado que la naturaleza que rodea a Seurí se cuele en su iglesia de forma abstracta y luminosa. Tanto que es imposible visitar el pueblo y no visitarla. Porque gracias a él, el templo está abierto todo el año.

Victor Moix en la iglesia de Seurí

Victor Moix en la iglesia de Seurí ESGLESIA DE SEURÍ

Conexión mística

Sant Víctor de Seurí se erige en pleno siglo XXI como un monumento que fusiona pasado y presente. La naturaleza, el paisaje, los animales, el sonido del río, las noches estrelladas, los nubarrones, las tormentas de verano, el reflejo de la luz blanca en los adoquines, el chisporroteo constante del agua, las truchas... De la mano del arte, la fuerza externa penetra y transforma el interior del templo.

El artista ha capturado los colores del entorno, plasmándolos en su creación y convirtiendo este espacio en un lugar de admiración, donde parece que la materia ha desaparecido para dejar solo armonía, color, luz y misterio. Así, a pesar de ser un lugar de recogimiento y celebraciones litúrgicas, ahora es el arte interior el que eleva a los visitantes hacia lo trascendental, hacia una belleza infinita.

La voluntad de Moix

La naturaleza se convierte en un elemento crucial de la cosmogonía religiosa. El mismo Moix asegura que él también busca "comunicar lo que existe, pero que no vemos lo que solo Dios ve". En este caso lo hace siguiendo la dirección de la naturaleza que va de adentro hacia afuera y que él ha logrado encapsular en un templo cerrado.

El barcelonés reconoce que emula la obra de Gaudí y los fusiona con los maestros del románico y gótico de los claustros de los monasterios. Lo hace a través de manchas de colores que cobran un nuevo significado en esta iglesia.

Interior de la iglesia de Seurí

Interior de la iglesia de Seurí ESGLESIA DE SEURÍ

La gente representada 

"Mi intención es ser heredero del arte popular que, con tanta sabiduría, se acercó a la naturaleza mediante una policromía basada en los colores propios del lugar. Quisiera crear colores inspirados en la luz y en el pueblo de Seurí y los paisajes que lo rodean", declara el pintor. Por otro lado, señala que las gentes del lugar también están presentes, su simpatía, su trabajo, sus herramientas están también presentes.

Con todo esto, el espacio se redefine como un lugar de recogimiento, meditación y oración, pero también de naturaleza, arte y belleza. Un espacio único que hace obligatoria una visita a este pequeño pueblo de 22 habitantes.

Cómo llegar 

Acercarse a Seguí es relativamente fácil desde Lleida. Son dos horas en coche por la C-12 y la N-260 hasta Sort. El camino más largo, en cambio, es desde Girona, son más de 3,5 horas por el Eix Pirinenc.

También es de más de tres horas el camino que uno Seurí con Barcelona y Tarragona. Desde la capital catalana, la opción más rápida es la A-2, desde el sur lo directo es acceder desde la C-14.