No nieva, no llueve. Hace frío, sí, pero que mejor momento que este para planear una escapada a algún pueblo de belleza medieval y compartir su cultura e historia con la pareja. Con la voluntad de poder conocer un lugar nuevo, este artículo sólo busca aconsejar sobre las posibilidades y el encanto de las tierras de Girona.
Ubicada al sureste de Olot, en pleno Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, Santa Pau emerge como una villa medieval de singular encanto. Rodeada por las sierras de Sant Julià del Mont y Santa Maria de Finestres, este municipio se erige como el más rico y variado de todo el parque natural.
Pueblo con encanto
Este pueblo, de poco más de 1.500 habitantes, cautiva por su emplazamiento y por su riqueza cultural y arquitectónica. La vila vella es un recinto medieval que conserva la esencia de tiempos pasados. Las casas adosadas en el recinto amurallado se adaptan al terreno de manera pintoresca, creando un laberinto de calles que despiertan la imaginación.
La iglesia de Santa María, construida en estilo gótico en el siglo XV, resalta en el centro del casco antiguo con su imponente campanario. La Plaza Mayor o Firal dels Bous, con sus arcos irregulares es joya porticada que rodea el imponente castillo situado en lo más alto del pueblo y conservado su encanto medieval. Su regia presencia y es recordatorio de los mercados y ferias que una vez la animaron.
Firal dels Bous de Santa Pau
Medievo accesible
La iglesia de Santa Maria y las estrechas callejuelas que desembocan en el Portal del Mar acaban de añadir el toque romántico a este escenario de época, adaptado a los nuevos tiempos. Nuevas rampas y tramos de barandillas en los callejones cercanos al castillo y la plaza porticada hace que sea accesible para personas con discapacidad. El objetivo es asegurar que todos puedan disfrutar de la magia de Santa Pau.
Pero sus calles estrechas, iglesias y arquitectura impresionan, el paisaje que rodea deja embelesado. La villa del siglo XIV, con un 81% de su término municipal integrado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, es hogar de elementos destacados.
Santa Pau
Hayas y castillos
El volcán Santa Margarida, el volcán Croscat y la Fageda d'en Jordà, un bosque de hayas que añade un encanto adicional a la región con los cambios de colores que se pueden vislumbrar en las diferentes estaciones del año, son sólo un trío de posibles excursiones que se pueden hacer desde Santa Pau.
El castillo de los barones de Santa Pau, erigido en el siglo XIII, corona la cima a los pies de la Sierra de Finestres y se convierte en un testimonio de la historia medieval de la localidad. Mientras, a pocos kilómetros, en dirección a Mieres, se erige el Santuario de la Mare de Dèu dels Arcs, construido entre los años 866 y 877, añade un toque espiritual a la experiencia.
Santa Pau
Iglesias en cráteres
Si además uno quiere explorar la Garrotxa volcánica no puede perderse la iglesia de Santa Margarida. Este templo es único en toda Cataluña, es la única ermita construida en medio de un cráter. La imagen impacta.
Por todas estas características, Santa Pau, declarada conjunto histórico-artístico nacional en 1971, ya es más que una villa medieval; es un viaje en el tiempo que invita a las parejas a perderse en sus callejuelas empedradas y descubrir el encanto de la Garrotxa. Desde el romanticismo de sus paisajes hasta la riqueza de su patrimonio. Una escapada ideal para aquellos que buscan un retiro único a solo una hora de Girona.