El mercadillo catalán maldito: sus vendedores, en peligro

La tradición de los mercados itinerantes es conocida. Casi todos los municipios de Cataluña tienen el suyo. Más o menos un día a la semana, los paradistas se colocan en sus sitios de siempre y se conocen a sus vecinos, hasta la semana siguiente. Pero hay uno de ellos que parece completamente gafado.

En este caso no es un mercadillo de los de ropa y comida, hablamos de uno de antigüedades que, a juzgar por su historia parece llevar consigo un gafe, o una maldición. Ellos no quieren ser itinerantes, quieren establecerse en una localidad de manera continuada una vez a la semana, pero no lo consiguen.

Oasis Bell-lloc 

Actualmente situado en Bell-lloc d'Urgell, un pintoresco municipio de Lleida, el mercado dominical de antigüedades es un evento de gran éxito. Con más de 300 puestos y más de 2.000 visitantes cada semana, se ha convertido en una tradición arraigada. Sin embargo, la prosperidad de este mercado ha llevado al ayuntamiento a tomar una decisión drástica: rescindir el contrato con la empresa promotora, Jakena S.L., que lo gestiona.

El consistorio alega que la empresa no ha cumplido algunas de las condiciones y medidas establecidas en el contrato. Asimismo, han surgido problemas debido a la masiva afluencia de público, que ha generado molestias entre los vecinos, como la ocupación de zonas verdes de estacionamiento.

Antigüedades en el suelo EP

Acusaciones cruzadas

El alcalde de Bell-lloc, Carles Palau Boter, señaló a TV3 los desacuerdos con la empresa que gestiona el mercado. Uno de los incumplimientos que menciona es la obligación de la empresa de proporcionar, por escrito, cada semana, los nombres completos y DNI de los vendedores, así como la ubicación exacta de cada puesto en el mercado.

El conflicto se ha vuelto aún más álgido debido a las quejas sobre la acumulación de basura cuando los puestos se retiran. La propietaria de la empresa, Ana María Morell Aliaga, niega estas acusaciones y planea impugnar la rescisión del contrato ante los tribunales.

Sin lugar fijo

El contrato entre la empresa y el ayuntamiento tenía previsto expirar en marzo del próximo año. Sin embargo, el mercado, que se estableció hace siete meses, está bajo la supervisión de los Mossos d'Esquadra, que regulan la compraventa de artículos de segunda mano de acuerdo con la ley orgánica de protección de seguridad ciudadana.

A pesar de su popularidad entre los visitantes, el mercado nunca ha logrado obtener un lugar permanente. La incertidumbre se cierne sobre su futuro, lo que preocupa profundamente a los vendedores, ya que tendrán que buscar otras alternativas para ganarse la vida.

Antigüedades PEXELS

Futuro incierto 

Este mercado de segunda mano itinerante ha recorrido las comarcas de Lleida durante una década, haciendo paradas en municipios como Juneda, Torrelameu o Arbeca. Sin embargo, nunca se ha establecido de manera permanente en ninguno de estos lugares debido a desafíos similares.

El destino del mercado y de sus vendedores permanece en suspenso, su método de supervivencia, lo que les da de comer, está en peligro. Mientras, los lugareños y entusiastas de antigüedades esperan ansiosos una resolución a esta controversia. ¿Es realmente un mercadillo maldito?