Este es el pueblo con menos habitantes de Barcelona (y de toda Cataluña)

Uno piensa en Barcelona y su provincia y tiene claro que está en el lugar más poblado de toda Cataluña. Eso es real. Claro que tampoco significa que no haya pueblos pequeños, sobre todo, en número de habitantes.

Es verdad que son pocos, pero en toda la provincia hay un total de 10 pueblos que no llegan al centenar de vecinos. Pero de entre todos ellos destaca uno que no llega a tener ni 30, siendo además el municipio menos poblado de toda Cataluña.

Ayuntamiento de Gisclareny DIPUTACIÓ DE BARCELONA

Número y fama 

Los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) pertenecientes a 2022 revelan que Gisclareny tiene tan sólo 28 habitantes. Y eso que ha ganado un habitante por año desde 2019.

Situado en la comarca del Berguedà este municipio fue noticia este mayo de 2023 a causa de una orden de la Junta Electoral Provincial de Barcelona que ordenó retirar una bandera independentista del parque natural que se encuentra en su término municipal. Impulso ciudadano denunció la situación antes de las elecciones municipales de mayo y se determinó retirarla.

Donde está

Más allá de esta anécdota, esta localidad situada a 1.340 metros de altura se encuentra en un lugar hermoso. Gisclareny está en pleno corazón del parque natural del Cadí-Moixeró y tiene una de las mejores vistas a una de las montañas más queridas por los catalanes, el Pedraforca.

Bordeada por el río Saldes y el Bastareny su extensión es de más de 36 kilómetros cuadrados, por lo que sus límites van de los 800 metros a los más de 2.500. Todos ellos repletos de acantilados, saltos de agua, ríos y riachuelos, extensos prados y bosques frondosos de un verde reluciente. Pasear por algunos de los senderos que parten de allí es una de las mejores actividades para hacer.

Gisclareny WIKIPEDIA

Historia 

Pero que la naturaleza no resulte apabullante y no ensombrezca la historia y arquitectura de esta población. Los primeros datos que hacen referencia a este municipio datan del año 1.117, cuando pasa a ser parte del condado de Barcelona. Más adelante, en el siglo XVII ya pasan a las órdenes del ducado de Alba y del marqués de Aitona.

Su máximo esplendor llega en el siglo XIX, cuando se convierte en refugio para los carlistas en plena guerra. La industrialización de la provincia de Berguedà años más tarde la empieza a despoblar y, desde entonces, el número de vecinos ha ido menguando.

Qué ver y hacer 

En cuanto a su arquitectura, sus estrechas calles contrastan con las elevadas masías de piedra que se elevan como los árboles que lo rodean. La iglesia de Sant Miquel es de estilo románico y las ruinas de Murcorls, situadas a las afueras, se calcula que son de entre los siglos XVI y XIX. Eso sin contar que aún se conservan hachas de piedra de la época visigoda.

Más allá de eso, si por algo destaca es por la naturaleza que la rodea. Subir hasta allí en otoño es ver las diferentes tonalidades que adquieren las hojas de los árboles. En invierno, se suele ir con raquetas para pasear por los 10 senderos que parten de allí y que suben hasta el punto más alto de la sierra del Cadí, la cumbre de Comabona. En primavera, el salto de la Font de l'Adou baja caudaloso y el verde se impone. Mientras, en verano, caminar con el fresco es de muy agradecer.

Cómo llegar

Para acceder a este hermoso municipio, uno debe seguir la C-16 hasta pasar Terradelles y seguir unos kilómetros hasta tomar la salida de Bagà. Una vez pasado el pueblo, uno debe continuar hasta Gisclareny, donde termina la carretera. Pero no las rutas.

Si uno quiere caminar, tiene estas rutas posibles para hacer.

• La Dou 
• La Voltrera
• El Pinar
• El Comabona
• Coll de Bauma 
• Turbians
• L’Alzina
• Els Estanys
• La Solana
• Coll de la Bena

Gisclareny será el pueblo menos poblado de Barcelona y de toda Cataluña, pero sus encantos son innumerables.