El lado más desconocido de Dalí: un viaje inmersivo a su infancia

La figura de Salvador Dalí ha sido estudiada desde distintas vertientes. Su obra se exhibe en todas sus dimensiones. Uno puede conocer sus pinturas y diseños en el museo de Figueres o visitar la casa en la que vivieron él y Gala en Portlligat. Ahora, además, se abre la puerta de un último rincón que permanecía cerrado al público.

La casa natal del artista, también en Figueres, es desde este 20 de octubre un nuevo espacio expositivo dedicado a la figura del pintor. Atravesar el marco de la entrada, es como cruzar al otro lado del espejo de Alicia. Viajar a los orígenes de la mente del pintor, conocer su cara más íntima.

Desempolvar la historia 

A través de los espacios que recorrió en sus primeros años de vida, de las diferentes estancias de esa vivienda, el visitante puede descifrar mejor la influencia de aquella época familiar en sus pinturas posteriores. En esta visita, se habla de cómo su conflictiva relación con el padre le llevó a ser desheredado y expulsado de casa, por ejemplo.

¿Qué pasó? La exhibición lo muestra. El futuro pintor admiraba a su padre, Salvador Dalí Cusí, notario de profesión. Pero también le temía. Echar un vistazo a los cuadros de sus primeros años así lo demuestra.

La madre y herencia perdida 

También habla mucho de la relación que tenía con su madre un cuadro de 1929, Parfois je crache. En él escribió en francés "a veces escupo por placer sobre el retrato de mi madre". A pesar de soltar esa frase en el contexto del movimiento surrealista, molestó mucho a su progenitor. De allí que lo echara de casa y lo desheredara.

En cuanto a las primeras figuras femeninas, su madre, que falleció cuando Dalí tenía sólo dieciséis años, le marcó. También su hermana Anna Maria, cuatro años menor que él, a la que estuvo muy vinculado.

Hermanos 

A la hermana se la considera inspiradora, una musa para su hermano antes de la irrupción de Gala en su vida, en 1929. Una prueba de ello son los múltiples retratos en los que aparece el rostro de ella, como el célebre Figura en una ventana, de 1925.

Y además de ella, se recuerda la sombra del hermano que falleció nueve meses antes de que Dalí naciera. De él heredó el nombre.

Gala y las mujeres 

Así, entre los extractos de la vida privada, pública y mediática de Dalí, se contextualiza todo en el ambiente de Figueres a principios del siglo XX. Aquella ciudad, “donde todo comenzó” como dice el lema del equipamiento. Y “de Figueres al mundo”, como también dicen.

Un mundo en el que estuvo muy presente, como en la exposición, la figura de su gran musa, Gala. Ella es capital en este espacio expositivo, junto a las abuelas del artista, la tía Catalina, que se implicó en su crianza a la muerte de la madre, y la cuidadora que Dalí tuvo junto a Anna Maria, a la que retrató en 1917.

Casa-museo 

Y por si fuera poco arte. La museización de la Casa Natal Salvador Dalí está en un edificio modernista en el que el padre del artista instaló su despacho de notaría en la planta baja, mientras que la familia establecía su residencia en el entresuelo.

Es en esa notaría donde empieza el recorrido de esta exposición que evita todo orden cronológico. En ese despacho, aparecen ya algunos hologramas para hacer de la visita una experiencia inmersiva. Tras llegar a la escalera interior, se aprecia la cronología de los hechos destacados de la vida de Salvador Dalí.

Lorca y Buñuel 

La habitación en la que nació Dalí en 1904, con efectos de lloro infantil, da inicio al relato y acceso a una estancia con proyecciones del entorno familiar. La cocina se ha reproducido también, así como el baño y se evoca el colegio, el bachillerato y la escuela de dibujo como lugares de influencia en la vida del artista.

Otro momento clave que también se documenta, en este nuevo museo es la amistad con Lorca y Buñuel. El pensamiento científico y la mística, tan presentes en la obra de Salvador Dalí, tienen también lugar en este equipamiento antes de acceder a la cara pública más conocida del protagonista.

Conocer al hombre 

En ese apartado se reproducen calles de París, Londres y Nueva York y se recuerda la relación del artista con la cultura de masas a través de figuras como Disney, Hitchcock, Mae West o los hermanos Marx. El piso superior se dedica al Dalí mito del Empordà con la voz del genio para mostrar su mirada sobre este paisaje de la Costa Brava tan presente en su legado.

Un viaje único, subversivo, diferente al lugar que vio crecer al artista, que lo impregnó de experiencias que convertiría en arte y que, tras una inversión de tres millones de euros y una reforma para acondicionar todo abre al público. El objetivo: conocer al hombre antes del personaje, como ha sugerido la consellera de Cultura Natàlia Garriga en la inauguración