Todo idioma tiene sus expresiones y frases hechas completamente intraducibles. Tanto da que el catalán sea una lengua romance y que, por proximidad con el castellano, comparta muchas con el español. Hay algunas que son casi indescriptibles.
Los catalanes tenemos la costumbre de traducirlas de forma literal cuando estamos con un castellanohablante. Si el interlocutor es muy muy respetuoso, pondrá una cara extraña y la conversación fluirá aunque él no haya entendido; otros directamente preguntarán qué se ha querido decir.
Nueva vida
Este no es el único interrogante que hay tras las frases hechas. Los mismos catalanes no siempre tienen idea de dónde salen estas expresiones. Los filólogos y divulgadores se encargan de esto.
Se trata de una labor importante porque, como explica el escritor y artista Albert Vidal en su libro L'origen de 110 dites populars, algunas de estas expresiones "se han emancipado de su primer origen". Son frases que si bien “se han incorporado al habla cotidiana, casi siempre con un sentido distinto al que inicialmente tenían”, advierte.
Frases hechas: el origen
El escritor señala que muchas de estas expresiones proceden de costumbres antiguas, actualmente en desuso, de antiguas narraciones, cuentos o rondallas, y otras tienen un origen incierto. Pese a todo, estos dichos forman "un entramado lingüístico que ha sobrevivido al paso de los años" y que ahora "se utilizan con el sentido interpretativo que la costumbre les ha dado", concluye.
Como hablar de todas ellas se hace complicado, a la par que extenso. He aquí, algunas de las expresiones catalanas más intraducibles.
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Anar a escampar la boira. Este dicho procedente de las tierras de Lleida con el significado de salir a pasear para distraerse, procede de una antigua costumbre de contratar a personas iniciadas en las artes mágicas que recitaban conjuros y sortilegios por los campos para que se dispersara la densa niebla que en los meses de invierno se forma en esta zona.
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Remenar les cireres. Usado con el sentido de tener poder e influencia, el origen se remonta a un antiguo juego popular durante el Corpus, en el que los concursantes tenían que coger cerezas de un recipiente lleno de agua mientras otra persona removía el contenido con un bastón, con lo que, dependiendo de su energía al hacerlo, podía determinar el ganador de la competición.
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Tocar el dos. Dicho utilizado con el sentido de marcharse de un lugar, procede de la deformación de la palabra dors, es decir, dorso o espalda, y se refería al último aviso de partida de las diligencias, cuando se daba un latigazo a los lomos de los caballos para emprender el viaje de inmediato.
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Afluixar la mosca. La expresión, que define al que se ve obligado a pagar alguna cosa a su pesar, establece un paralelismo entre el dinero y una mosca cazada al vuelo, y alude al hecho de que, si se deja de apretar la mano, el insecto marchará volando y no habrá forma de recuperarlo, al igual que pasará con el dinero entregado.
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Estar carregat de punyetes. Aplicada a las personas muy escrupulosas o llenas de manías, la frase surge de las puntas de encaje o bordados de las mangas de las togas, denominadas punyetes, y del lenguaje complejo y lleno de formalismos de los profesionales de la justicia, por lo que se empezó a usar también para referirse a quienes hacían razonamientos poco comprensibles, y a los que se mostraban recelosos y llenos de miramientos.
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Ser un setciències. Dicho aplicado a quien presume de tener más conocimientos de los que realmente posee, la expresión se refiere a las siete disciplinas en las que se dividía el saber humano en la Edad Media, el trivium (la gramática, la retórica y la dialéctica) y el quadrivium (la música, la astronomía, la aritmética y la geometría).
- Bon vent i barca nova. Esta fórmula de despedida de alguien o de alguna cosa que no se lamenta que desaparezca surgió en ambientes marineros como un deseo optimista tras las tormentas en las que las naves sufrían daños, refiriéndose a que una situación desfavorable podría mejorar con una nueva embarcación y buenos vientos.
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Passar la nit en blanc. Esta frase, que significa no haber dormido durante la noche, procede de la época de las órdenes de caballería, en la que, cuando un caballero debía ser armado, debía velar las armas despierto durante la noche anterior, prueba que tenía que hacer vestido con una túnica blanca.
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Treure foc pels queixals. Frase con la que se expresa una gran indignación o irritación de una persona, y que proviene de la leyenda del furioso dragón que escupía fuego por la boca y se enfrentó a Sant Jordi.
- Estar tocat del bolet. Dicho de quien está trastornado o tiene ideas extravagantes, se remonta a tiempos de los romanos, que observaron que ciertos comportamientos extraños de algunos nativos de las tierras que conquistaban obedecían a la ingesta de determinadas setas tóxicas que podían provocar alucinaciones.