Este es uno de los pueblos de Cataluña con uno de los nombres más curiosos: hace referencia a una fruta

Los habitantes de este pequeño pueblecito de Girona pueden sentirse muy orgullosos de su nombre. Se nos ocurren pocas cosas mejores que decir: 'mi pueblo es La Pera' y encima que nadie te pueda decir que no llevas razón. Además, el pueblo no es nada feo, por lo que incluso puede que incluso no sea hasta metafórico.

La Pera es un municipio español de la comarca catalana del Baix Empordà, que incluye los agregados de Pedrinyà, Púbol y Riuràs. El municipio tiene una superficie de 11.93 km y, en 2022, tenía una población de 438 habitantes y una densidad de 36,71 hab/km.

Mi pueblo es La Pera

El topónimo es de significado claro: del latín petra (piedra), en catalán antiguo, también pera y en su punto más alto del núcleo son todavía hoy visibles los afloramientos rocosos; más tarde, ya en el siglo XIII, aparece en los documentos la forma Piru, evidente falsa latinización, traducción literal que interpreta erróneamente que el topónimo proviene de la fruta pera.

La Pera era lugar real dentro del condado de Girona en el siglo XIV, y el 1698 consta como jefe de un órgano jurídico que incluía también los lugares de Pedrinyà y de Caçà de Pelràs. Es mencionado ya el 1017 Pubolen, una bula de Benedicto VIII, que confirmaba las propiedades del monasterio de San Esteve de Banyoles. Aparece en el siglo XI también con la grafía Pubali, Pubaloi en siglos posteriores Pubel, Pubulo, Pugolsi; entre otros. La etimología ha sido relacionada con populus, pollancre, árbol frecuentado en el valle de la Pera.

Calles de La Pera lapera.cat

Qué puedes ver en La Pera

Es un municipio de gran encanto medieval y tiene en el término agregado de Púbol uno de sus atractivos indiscutibles, ya que el castillo del mismo nombre fue adquirido por el pintor Salvador Dalí, que hizo construir en él el sepulcro de su musa, Gala.

Actualmente el castillo acoge uno de los museos que integran la ruta de espacios expositivos de la Fundación Gala-Salvador Dalí.

Es imprescindible, pasear por su casco antiguo, disfrutar de sus calles y visitar la iglesia de Sant Isidor.