El tren de los lagos o cómo conocer Cataluña sin salir del vagón

No todo el mundo puede visitar Cataluña durante semanas. Tal vez serían necesarios meses para descubrir todos los rincones y ni así. Hay catalanes que llevan toda una vida en el territorio y desconocen muchas partes. Entre ellas, una de las mejores formas de conocerla: el tren.

Sí Cataluña fue pionera en España teniendo la primera línea regular de ferrocarril que unía Barcelona y Mataró, la expansión de este medio de transporte ha ido creciendo con el paso de los años. Tanto que hay líneas sin usar. Otras, en cambio, se han convertido en vías (nunca mejor dicho) para emprender un negocio.

Recorrido 

El tren de los lagos es un claro ejemplo de ello. Se trata de una línea de 90 kilómetros que une Lleida con La Pobla de Segur y que pasa por 75 puentes, 40 túneles y cuatro lagos. En total, tiene 17 paradas posibles en las que se puede bajar y descubrir espacios únicos o bien quedarse sentado y disfrutar del paisaje desde la ventana.

Por opciones y comodidades no será. Por un lado, se puede viajar en un tren de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) modernos y acondicionados con sus ventanas panorámicas que permiten a todos los viajeros hacer foto. La opción más clásica es viajar en el llamado tren histórico, con más de 60 años de historia.

Tren de época 

Esta posibilidad supone todo un viaje en el tiempo. Unas locomotoras diésel 10817 y 10820 arrastran cuatro vagones de época construidos en 1968, concebidos para prestar servicios mixtos de línea y maniobras. Y con una estética muy hippie. Tanto, que eran conocidos como ye-yés.

Además de una cafetería clásica y una espaciosa barra desde la que contemplar el paisaje que recorre la línea, hay un curioso furgón postal y espacios con cómodos asientos y mesas. 

Qué ver                              

Siguiendo el río Segre y el Noguera Pallaresa y tras un espectáculo que corre a cargo de grupo de teatro "La Cremallera", uno se adentra al Montsec, pasando por Balaguer y los pantanos de Camarasa y de Sant Llorenç de Montgai. Otro de los puntos cumbres es el embalse de Cellers y el pantano de Sant Antoni.

Una vez llegado a La Pobla de Segur, tras pasar por Balaguer, Tremp y Salàs de Pallars, los que se hayan quedado con ganas de más lago, pueden tomar una extensión de la excursión que los lleva en autobús al Parque Natural d’Aigüestorte i Estany de Sant Maurici, una zona que une la Vall de Boí con la Vall d’Arán y en la que se encuentran más de 20 lagos. Claro que su acceso no es tan fácil cruzarlo. Los que quieran quedarse en el pueblo a esperar el tren de regreso pueden visitar el Molino del Aceite, el conjunto modernista Casa Mauri o el museo de Raiers.

Cuándo ir 

Para los que estén interesados en cuánto se tarda en hacer todo este trayecto, comentarles que, sin paradas, el tren tarde una hora y 50 minutos en hacer todo el recorrido. Y sí, se puede regresar. El último tren sale a las 17h.

Por último, recordar que este tren no está abierto todo el año, sino de abril a octubre, para evitar problemas con la nieve, lluvias y posibles desprendimientos que pueda ocasionar la climatología. Para este 2023, hasta el 7 de octubre hay tiempo.