Situado junto a la impresionante Ría de Limpias, en pleno corazón del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, en la hermosa región de Cantabria, se alza el Pico Velasco, un exclusivo hotel rural con una fascinante historia, una ubicación inigualable y unos anfitriones excepcionales.
Los encantos de Pico Velasco
En medio de un entorno natural sin igual, el camino que serpentea entre los municipios de Limpias y Carasa, lleva al visitante hasta este encantador hotel boutique de 11 habitaciones, rodeado de más de 6.500 hectáreas de paisajes vírgenes que abarcan el río Asón y las marismas de Victoria y Joyel.
Este edificio, que data de 1653 y fue encargado por Francisco Velasco y Alvear, el primer marqués de la dinastía Pico Velasco, una de las estirpes más influyentes de la Edad Media en Castilla, ha experimentado una transformación impresionante. Hoy en día, se ha convertido en un lujoso hotel rural.
Sin embargo, más allá de su pasado histórico, la historia más reciente del hotel se entrelaza con Herbert Diess, el ex presidente del consejo de administración del Grupo Volkswagen. Diess se enamoró de Cantabria durante su tiempo como director de la planta de Robert Bosch en Treto en 1993. Su amor por esta región lo llevó a adquirir esta casa histórica junto a su esposa Irene, con la intención de restaurarla y convertirla en un alojamiento rural.
El estudio de arquitectura Álvarez del Manzano se encargó de dirigir la transformación de esta casona del siglo XVII, manteniendo la autenticidad histórica de sus elementos originales mientras añadían detalles contemporáneos para brindar comodidad y elegancia. La piedra, presente en toda la estructura, se combina magistralmente con toques modernos, creando un ambiente acogedor tanto en las áreas comunes como en las habitaciones.
Qué comer y alrededores
Uno de los aspectos más destacados del Pico Velasco es su excepcional cocina, dirigida por el chef Ignacio Solana, poseedor de una Estrella Michelin en su restaurante Ignacio Solana, ubicado cerca del hotel, en La Bien Aparecida (Ampuero). La oferta gastronómica, que abarca desde el desayuno hasta la cena, se inspira en los verdes pastos y el Mar Cantábrico que rodean el establecimiento.
El desayuno gourmet combina una variedad de repostería y panes artesanales con productos locales como huevos de corral, jamón, quesos de Cantabria, y platos elaborados al momento. La carta del restaurante, que permite disfrutar de las vistas a las marismas o del interior del hotel, ofrece platos ideales para compartir y saborear los ingredientes más frescos de la región, como las croquetas Solana, las anchoas del Cantábrico y el tartar de bonito, entre otros.
En la planta inferior del hotel, con vistas al Parque Natural, se encuentra el restaurante gastronómico dirigido también por Ignacio Solana. Sus menús Albiar y Sincio ofrecen una experiencia culinaria contemporánea que destaca los sabores auténticos de Cantabria. Desde la trucha de río hasta el tatín de manzana en texturas, cada plato es una obra maestra.
Además, los alrededores del hotel ofrecen la oportunidad de explorar cuevas impresionantes como las cuevas Covalanas y la cueva Cullalvera, ubicadas en Ramales de la Victoria, donde se puede reservar una visita y sumergirse en la riqueza histórica de la región.