Esta es la "familia" de calas y playas de ensueño muy cerquita de Tarragona

La edición española de la revista National Geographic lleva todo el verano explorando los rincones secretos que se esconden en España. Evidentemente, nosotros nos centraremos en todos los escondrijos que revele de Cataluña. En esta ocasión, nos centramos en una zona playera que, con solo leerla, sientes el frescor de sus aguas: la Costa Dorada tarraconense. Salou, La Pineda y Cambrils destacan como las playas más concurridas, pero aun hay más.

Las cautivadoras calas de L’Ametlla de Mar

En el Baix Ebre, cerquita de su delta, habita plácidamente el municipio de L’Ametlla de Mar, hogar de una colección de calas encantadoras que merecen un viaje dedicado a su exploración. Es imposible disfrutar de todas sus calas en todo un día, así que al final tienes ganas de repetir la experiencia en otra ocasión. Y en otra. Y en otra...

Estas calas que han enamorado a National Geographic ofrecen una sensación de privacidad agradable, que te encantará si eres una persona introvertida que necesita recargar pilas en soledad. Si tienes ganas de seguir explorando, al sur de esta zona, se encuentra la Playa del Fangar, una península de 410 hectáreas cubierta de arena, dunas y un faro imponente.

Más al norte, entre L’Ampolla y el Mirador del Cap Roig, se encuentran varias calas, como la playa de l’Illot, con guijarros y rodeada de formaciones rocosas de tonos rojizos, adornadas con pinos. Bien cerquita se encuentran la playa de Cala Moros y la Platja de l’Áliga, accesibles a través de un ramal asfaltado.

Cómo llegar a las calas oculta L’Ametlla de Mar

La mayoría de las calas de L’Ametlla de Mar están conectadas por un camino de ronda que sigue la ruta GR 92, parte del sendero europeo E10. Este recorrido de 16 kilómetros entre L'Ametlla de Mar y L'Ampolla serpentea por calas y acantilados.

Más al norte, a lo largo del GR 92, se encuentra Santes Creus, un área protegida accesible tras pasar por la hermosa playa de l’Estany Podrit, cuya denominación no hace justicia a su belleza. Este espacio se puede explorar a pie sin dificultades.

Cerca de la urbanización de las Tres Cales, se encuentran precisamente las tres calas que hacen honor a su nombre: las calas Forn (muy popular), Sant Jordi y Vidre, formando un conjunto cercano al casco urbano de L’Ametlla. También destaca por separado la denominada Cala Mosques, destinada al nudismo (y no a las moscas).

Destacando por encima del resto de calas comentadas, se encuentra la magnífica cala Calafató, dotada de excelentes accesos, instalaciones sanitarias y un quiosco de comidas y bebidas. Aquí, recomendamos que te esperes hasta después de la peusta de sol para capturar una hermosa imagen de la luna reflejándose en el agua.