Trucos para viajar con niños y en paz

Verano. Viajes. Niños. Una combinación no siempre fácil y más si para llegar al destino uno va en coche. Los trayectos, por cortos que sean, se hacen eterno debido a las retenciones que hay, prácticamente, todos los fines de semana.

Los más pequeños suelen tener ganas de llegar al lugar de destino, a algunos les cuesta quedarse tanto rato quietos en el asiento, tienen muchas demandas… Ante esta situación es mejor tener algún recurso para mantenerlos calmados.

Tecnología

Para los que no son alérgicos a los móviles, tablets u otros dispositivos electrónicos, esta es una opción a tener en cuenta. Ofrecer alguna distracción a los pequeños puede ser una alternativa para que el viaje se pase más rápido.

Ponerles una película, hacerles jugar a algo, son soluciones que, gracias a las apps y la tecnología en general, está al alcance de muchos. Una vez llegados al destino, ya se les puede retirar.

Un niño en un coche EFE

Juegos

Si uno prefiere alejar a los menores de las pantallas, se ha de pensar en otras vías de entretenimiento, especialmente en trayectos largos. Pueden ser de mesa, como juegos con los que dialogar con ellos identificando colores, árboles o elementos que se encuentren en el camino.

Esta opción puede hacer que al menor se le pase el viaje en un santiamén y que, además, pueda conocer nuevos juegos, sin recurrir a la tecnología.

Paradas obligatorias

Lo de conducir es como lo de madrugar. No por hacer el viaje del tirón se llega más relajado. Si no se hacen paradas cada tanto, los hijos se pueden poner nerviosos y tienen sensación de que el viaje es eterno.

Una parada cada dos horas es más que recomendable. Si puede ser en áreas de servicio con zona recreativa o un espacio donde puedan correr y cansarse, ya sería ideal. ¡Ah! Y si quieren comer algo, evitar bebidas o snacks con alto contenido en azúcar.

Niños en un coche EP

Un buen descanso

Si durante el viaje puede ser adecuado cansar a los menores, hacerlo antes de subirse al coche no está de más. No proponemos enviarlos a correr una maratón antes de emprender la ruta, pero sí evitar siestas y descansos innecesarios.

No se trata de hacer algo excepcional, pero si se mantienen las rutinas de sueño que mantienen a diario, podría ser óptimo para tener un trayecto tranquilo.

Motivación

Y ya que hablamos de la preparación del viaje, nada mejor que hacer partícipe a los niños de esta aventura en la carretera. No se trata de que vengan a agobiar mientras se hacen las maletas, sino de darles tareas por hacer.

Con esto se consiguen dos cosas, cansarlos, con todo lo ya expuesto que eso ayuda, y además integrarlo en el viaje. Se le puede decir que mire en el mapa por dónde se va a pasar, que se va a ver…