'Zombing', la moda más aterradora que el 'ghosting'

"Todos los hombres vuelven. No se salva ni uno ni medio". Podría ser perfectamente una frase de una amiga despechá a la que el chico que le había hecho ghosting le vuelve a hablar de la nada. Sin embargo, es una tendencia de ligoeteo --o más bien de todo lo contrario-- que se hace más de lo que creemos: el zombing. 

Este término, que es más aterrador que el hecho de que te dejen de hablar sin previo aviso ni explicación alguna, es su continuación. Se trata de cuando esa misma persona que ha desaparecido de la faz de la tierra, regresa del más allá y te vuelve a hablar como si nada hubiese pasado.

Conversación por Whatsapp que simula un 'zombing'

Vuelven como si nada

El clásico "Ey, olvidona, que me tienes abandonao", que aunque parezca meme, sucede más de lo que parece. Es por eso que se califica de esta manera, porque un zombie revive de aquel lugar en el que estaba muerto y pretende volver a estar entre los vivos sin ningún tipo de arrepentimiento. 

Los motivos que manifiestan estas personas que desaparecen sin más es que "se agobian" o "se cansan" y deciden dejar de hablar, pero que, al cabo del tiempo, se acuerdan de ese "ex" y quieren retomar el contacto. Lo que no saben es que ese simple mensaje puede haber descolocado a la otra persona y que es un claro signo de 0 responsabilidad emocional.

Un móvil con la 'app' de Tinder / EP

¿Ignorarlo o sucumbir?

Unos términos que se han puesto muy de moda a raíz de las nuevas maneras que tiene la sociedad de relacionarse --porque sí, no solamente la generación Z utiliza Tinder--. Las redes sociales y las apps de ligoteo son el lugar donde han nacido términos como el ghosting y el zombing, y es donde se cuecen la mayoría de estas historias. 

Lo que ya no está tan de moda son estas conductas tóxicas en las que no se tiene en cuenta los sentimientos y emociones de la otra persona. Por eso, antes de hacer ghosting, lo mejor es hablar con el otro para que sepa que ya no estamos más interesados. Ahora bien, si eres la otra cara de la moneda, lo ideal es el consejo de cualquier amiga que se precie: "Ignora el mensaje tía, no vale la pena".