La felicidad parece ser la meta de todo ser humano. Cada uno considera que llegar a ella como quiere: con buena comida, viajes, una pareja, una familia con hijos, el trabajo de sus sueños… El tema es cómo lograrlo.

Los agoreros siempre recuerdan que la felicidad es efímera, que dura poco, que la vida te da golpes que te sacan de ese estado. Por eso, es necesario conocer algunos trucos para obtenerla y disfrutarla.

Sin medicamentos 

No se trata de pastillas, sino de rutinas a incorporar que pueden ayudar a sentirnos mejor. Son cinco hábitos que pueden ser sencillos, aunque alguno requiere de esfuerzo.

El primero de ellos es ser agradecido. Los psicólogos señalan que mostrar gratitud por aquello que se tiene en la vida, sea o no material, es indispensable. Sin olvidar de serlo con los demás.

Un grupo de amigos EP

Agradecimientos 

Más allá de darle las gracias a los amigos, colegas o pareja, lo ideal sería antes de acostarse agradecer a la vida todo lo que le ha dado: puede ser la salud pero también un plato de comida, de poder tener un techo en el que cobijarse.

Los expertos señalan que, si bien parece complicado, si se toma como rutina resulta sencillo y una buena manera de pensar en lo bueno y recuperar la sonrisa, antes y después de dormir.

Malos momentos 

No todos los consejos son mirar la parte buena de la vida. Una cosa es querer ser feliz y otra negar la realidad. En todo caso, un paso crucial es admitir si el día no ha ido como cada cual lo espera o directamente no ha ido bien.

En todo caso, expresar que se ha pasado por un mal momento o que se ha vivido algo que disgusta es un paso. La persona echa hacia fuera esa situación y puede aportar tranquilidad.

Tamara Falcó sonriendo EP

Sonreír

Pese a todo, es importante no olvidarse de dibujar en el rostro una sonrisa. Puede que no parezca que tenga efecto y más si uno se fuerza a ello, pero hay estudios que aseguran que sonreír provoca un efecto llamado retroalimentación facial.

Esta teoría señala que las expresiones faciales influyen en las propias emociones. Por el mero gesto de sonreír se libera dopamina en el cerebro, por lo que la sensación de felicidad aumenta. Tanto es así que puede acabar el estado de ánimo si uno tiene un mal día, aseguran. Sugerencia: para empezar, sonríete ante el espejo por la mañana. Todo es ponerse.

Ejercicio 

Este es el hábito que más puede costar a las personas sedentarias, pero lo cierto es que hacer algo de deporte, reduce el estrés, la ansiedad, los síntomas de depresión y, además, ayuda a mejorar la salud.

Pero no hace falta apuntarse a un gimnasio ni necesariamente gastar dinero. Lo ideas es encontrar la actividad física que más le guste a cada cual y practicarla de manera regular. Salir a caminar un rato, ya ayuda.

Personas hacen ejercicio EFE

Dormir 

Por último, lo que cuesta a muchos por más necesario que sea y más les guste: un buen descanso es necesario para la salud, el funcionamiento cerebral y el bienestar emocional. Y si se tiene dificultades aquí cinco consejos más para lograrlo.

Primero, anotar durante una semana cuánto dormimos y cuándo nos levantamos más descansados. Así se puede uno hacer una idea del tiempo que necesita dormir.

Consejos 

También es ideal que sea una rutina más con su hora de irse a dormir y la hora de levantarse e intentar aplicarlo también al fin de semana. Obviamente, antes de acostarse, evitar las pantallas o actividades que requieran esfuerzo, mejor leer, meditar o incluso pasarse un agua, todo lo que relaje antes de meterse en la cama.

El espacio donde se duerme también es un punto clave. Evitar la entrada de luz y mantener el dormitorio oscuro, ordenado ayuda más de lo que se piensa. Incluso una buena ropa de cama.

Dos personas en la cama EFE

Siesta 

Por último, sí se puede hacer siesta, pero se debe aplicar la teoría que todo el mundo sabe y que nadie aplica: que dure sólo 20 minutos.

Con estas cinco prácticas acompañadas de otros cinco consejos alcanzar la felicidad puede ser más sencillo. Al menos, así lo prometen los profesionales.