Muchos recordarán a un famoso cocinero de la televisión que siempre ponía una ramita de perejil a las recetas no solo como mero elemento decorativo para añadir una nota de color o sabor. Y es que esta planta aromática tan usada en la cocina tiene numerosas propiedades y beneficios de lo más saludables si se consume de manera regular.
Todo un cóctel de salud para este condimento también conocido por su nombre científico Petroselinum y que es una planta herbácea que pertenece a la familia de las Apiaceae y se suele cultivar en la zona central de las regiones mediterráneas. Una hierba muy apreciada en tiempo de los romanos y los griegos. Tal es así que el emperador Carlomagno vio las bondades de la misma y ordenó que se plantara en todos los terrenos que era de su propiedad.
Antioxidante natural
Comenzando con los beneficios de esta hierba aromática, el perejil actúa como un potente antioxidante natural al tiempo que contrarresta los efectos del estrés oxidativo que sufren los tejidos del cuerpo. Por tanto, este beneficio trae consigo un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas con el paso del tiempo.
Además, este condimento es rico en vitaminas y minerales. Por poner solo un ejemplo, una ración de 20 gramos de perejil aporta al organismo el 20% de las necesidades diarias de vitamina A (esencial para los huesos, la piel y la salud ocular), el 30 % de las de vitamina C que actúa como antiinflamatorio y como refuerzo del sistema inmunitario; así como el 220% de las necesidades de vitamina K1 encargada de la regulación de la coagulación de la sangre, aparte de ser protectora de las arterias.
Desintoxica y evita el mal aliento
Otra de las buenas razones de añadir una ramita de perejil a las comidas de manera habitual guarda relación con uno de sus componentes naturales. En este caso se trata de la clorofila; un pigmento vegetal de color verde que se encarga de eliminar algunos contaminantes presentes en el cuerpo como es el caso de las dioxinas, las toxinas del moho o bien los metales pesados como es el caso del mercurio.
Además, entre aquellas personas que sufren un molesto problema como es la halitosis o mal aliento, el perejil puede convertirse en un aliado de lo más recomendado. De nuevo la clorofila, así como toda una serie de aceites esenciales, son los encargados de devolver a la boca un olor menos desagradable. Para conseguirlo basta con masticar algunas hojas frescas durante unos minutos.
Protector de órganos
Las bondades del perejil no se quedan en los beneficios anteriores, sino que esta planta herbácea se suele emplear en la medicina tradicional china para proteger y limpiar los riñones, la vejiga e incluso el tracto urinario. Una función que también sirve para prevenir dolencias asociadas como puede ser el caso de los cálculos renales y vesicales; pero solo en personas no predispuestas a ello. En este sentido, se puede producir el efecto contrario en el caso de aquellos pacientes que sufren este tipo de dolencias debido a su contenido en ácido oxálico.
Por parte, en el caso de las personas con diabetes tipo 2, incluir esta hierba aromática como parte de su alimentación trae consigo buenas noticias ya que contiene dos sustancias vegetales como son la luteolina y la apigenina que tienen como misión el estimular el efecto de la insulina, al tiempo que mejora el metabolismo de los azúcares en el organismo.
¿Cómo consumir el perejil?
A la hora de aprovecharse de esta larga lista de propiedades para la salud, el perejil se puede añadir de manera muy sencilla a todo tipo de recetas gracias a su amplia versatilidad en la cocina. Así, su empleo más conocido y recurrente es aquel en el que se añade de forma cruda y fresca sobre ensaladas, pescados, carnes o guisos. También sirve como ingrediente principal para preparar deliciosas salsas con las que acompañar a pescados y mariscos, así como parte de un nutritivo y reconfortante batido para empezar bien el día.
Otra manera de aprovecharse de las bondades de esta planta aromática es en forma de infusión; perfecta para estos días de invierno de más frío. En este caso se hierve agua en una olla a fuego medio y se añaden un par de cucharadas de perejil seco cuando esté a punto de ebullición. Una vez listo se deja reposar durante unos 5 minutos para que se concentren todo el sabor y las propiedades en esa taza tan saludable.