La pimienta negra es una de las especias más comunes a la hora de preparar toda clase de recetas, aportando un toque de sabor y un aroma inconfundibles a cantidad de platos. Un aderezo que, además, puede hacer mucho por la salud cuando se consume de manera regular ya que entre otros beneficios cuenta con propiedades antibacterianas, al tiempo que mejora las digestiones.
Originaria de Asia, la pimienta es una de las especias más populares y usadas en las cocinas de todo el mundo y se presenta en diferentes variedades (hasta 700) entre las que están las más comunes: la ya mencionada negra, así como la verde (algo más desconocida culinariamente hablando en España) o la blanca. Todas ellas proceden de la misma planta de nombre Piper que empezó a cultivarse en países como la India, Malasia e Indonesia para luego llegar a Europa hacia el siglo V antes de Cristo.
La esencia de la pimienta
Estos diminutos granos actúan como un potente agente antibacteriano y antioxidante. Es más, en algunas culturas milenarias se usaba ya como remedio natural para tratar algunas infecciones. Todo ello en parte gracias también a sus valiosos componentes entre los que destacan las vitaminas A, C y K, así como minerales como es el caso del potasio, el fósforo, el calcio o el magnesio; además de folato y colina y una buena cantidad de fibra.
Compuestos todos ellos que además son los responsables de que este aderezo tan común en la comida sea capaz de ayudar en la absorción de especias antiinflamatorias que son saludables como es el caso de la cúrcuma. Pero ahí no queda todo ya que puede actuar como analgésico natural, para mejorar la salud de las arterias, prevenir la retención de líquidos y ser una aliada en situaciones de gripes y resfriados. Esto último es posible gracias a uno de sus integrantes, la capsaicina, una sustancia que favorecer la secreción nasal y despeja la nariz.
Otras sorprendentes propiedades
Si se sigue una dieta baja en calorías para bajar algo de peso (ideal tras los excesos navideños), la pimienta negra puede ser un buen complemento a añadir ya que su corteza es eficaz a la hora de acabar con las células grasas del organismo. Por tanto, consumirla de forma moderada es una buena idea si lo que se quiere es mantener el peso corporal.
En lo relativo a la piel, también esta especia puede hacer mucho por mejor el aspecto de la dermis. Por ejemplo, en el caso de las personas que tienen vitíligo (afección que puede provocar manchas descoloridas en diferentes áreas del cuerpo), la pimienta negra es un buen remedio ya que estimula la producción de pigmentos de la piel. Por si fuera poco, en esta larga lista de beneficios saludables, también puede ayudar a combatir problemas dentales como la caries o aliviar dolores de muelas.
Algunas recomendaciones
Pese a esta lista de buenos deseos en relación con la salud del organismo, si se toma pimienta de manera más o menos habitual es conveniente tener cuidado si se añade esta especia en exceso ya que puede provocar irritación en el tracto gastrointestinal, el tracto urinario y la próstata.
Además, ese consumo desmedido puede estar detrás de la aparición de algunas patologías como la enfermedad de Crohn o el colon irritable, además de no ser muy buena compañera en el caso de aquellas personas que suelen roncar mucho por la noche.
Sus usos en la cocina
La pimienta negra es la baya de la planta Piper nigrum que tras recolectarse se deja secar al sol. Así es como obtiene ese fuerte aroma, así como un sabor a medio camino entre el picante y cierto dulzor. Si va en grano, esta especia es muy apreciada para dar un toque de lo más especial a caldos, guisos, escabeches y estofados, además de algunos embutidos; mientras que si va molida es ideal para elaborar salsas y adobos. Por su parte, la de color blanca (muy usada en la cocina nacional) es perfecta para una bechamel o para añadir a mariscos como almejas o navajas.
Pero hay otros usos más sorprendentes de esta especia que también es escogida por algunos pasteleros para preparar curiosos bombones con un sabor mucho más explosivo. Fuera de España, mientras en países como la India es el ingrediente imprescindible para preparar una taza de café, en Marruecos se añade en muchos casos a las infusiones y en algunos países de América se toma como un aderezo más de las ensaladas preparadas con frutas.