El mundo del fitness no deja de sorprender cada día con nuevos ejercicios para estilizar y hacer más esbelta la figura. Y lo último para lucir una cintura de infarto viene de Japón donde este método a medio camino entre la gimnasia y el yoga se ha convertido en todo un éxito. Es el caso del sistema conocido como B-Life que arrasa en el país nipón entre aquellos que tienen poco tiempo, basta con dedicar apenas cinco minutos a esta actividad, y quieren lucir una tripa de lo más plana.
Los responsables de este furor en Japón es la pareja formada por Mariko y Tomoya que comparte entre sus admiradores el secreto de este método a través tanto de su canal de YouTube como de los libros que han escrito sobre ello. Una ayuda, como ellos mismos recuerdan, no solo para iniciarse en el mundo del deporte y el ejercicio físico, sino para conseguir esa deseada figura; sobre todo en la zona del abdomen. Pero, estos dos gurús del fitness no solo prometen afinar la cintura, sino mejorar la postura corporal y acelerar el metabolismo de todos aquellos que sigan la disciplina B-Life.
Beneficios
Como explica esta pareja de entrenadores, con este método (para el que basta dedicar apenas unos minutos al día) se trabaja todo el cuerpo, pero se pone especial atención a los músculos del torso en una mezcla de ejercicios que conjugan lo mejor del fitness con el yoga o el pilates. Así es como se pone en marcha toda la zona de la cintura, reforzándola y logrando que, poco a poco y siendo constantes, esta se vaya también tonificando y afinando.
Un progreso evolutivo que no solo se puede ver reflejado a nivel externo, sino que este sistema también favorece la mejora de la postura corporal. Un método, por tanto, que también pueden realizar (es más, es hasta beneficioso) todas aquellas personas que padezcan ciertas molestias tanto en la espalda como en la zona más baja de la columna.
¿En qué consiste?
A la hora de poner en práctica este sistema de entrenamiento, tanto Mariko como Tomoya proponen centrarse sobre todo en tres ejercicios esenciales para conseguir los beneficios y resultados de su sistema. Así, el primero de ellos se encuentra dentro de la disciplina del fitness y no es otro que realizar una clásica plancha sobre una esterilla. Un completo ejercicio para trabajar toda la parte muscular de los pies a la cabeza, pero con especial atención al tren superior y a la parte de la cintura. Eso sí, para hacerla bien se debe mantener la postura perfecta durante 1 minuto.
Tras este primer paso, el siguiente movimiento se hace en cualquier clase convencional de yoga y es la postura conocida como el barco. Para replicarla, la persona debe sentarse en el suelo y elevar las piernas con las rodillas flexionadas. A continuación, y con la espalda recta se echa el cuerpo hacia atrás manteniendo el equilibro postural. La última disciplina, cercana al pilates, se hace también en el suelo con las piernas extendidas y los brazos estirados para, después, dejar caer lentamente la espalda por el suelo unos instantes para luego volver a la postura inicial.
Más allá de un vientre plano
Tener una cintura y una zona abdominal de escándalo no solo revierte desde un punto de vista físico. Que esta parte del cuerpo goce de buena salud y no tenga un perímetro desbordado por encima del pantalón dice mucho en cuanto a los beneficios internos para la salud del organismo. Por ejemplo, en el caso de la población masculina un vientre más plano se traduce en un menor riesgo de sufrir una dolencia cardíaca, padecer episodios de disfunción eréctil, contar con una presión arterial elevada, tener osteoartritis o desarrollar en un futuro cálculos biliares.
Así pues, tanto para hombres como para mujeres, ejercitar esta parte del cuerpo es realmente satisfactoria e incide directamente en su salud. Mucho más si, además, ese hábito deportivo se acompaña de una dieta sana y equilibrada donde hay que decir adiós al exceso de alcohol, a la sal de manera desmesurada, a los azúcares que irritan la mucosa del estómago, a las harinas refinadas asociadas a un aumento de la grasa abdominal y las grasas de alimentos procesados como margarinas, bollería industrial, galletas o patatas fritas.