A todos aquellos a los que les encante la comida japonesa o estén aprendiendo a cocinar y se vean capaces de atreverse con platos de lo más exóticos, les gustará conocer un nuevo ingrediente, al menos en España. Un condimento que está causando furor en las cocinas y restaurantes españoles más novedosos y que viene directamente de la gastronomía nipona.
Se trata del furikake, el toque que nunca falta en las recetas más tradicionales que se hacen en el país asiático y que sirve para enriquecer y dar más sabor si cabe a cualquier plato. Y es que esta joya que está en la mayor parte de las despensas de las casas japonesas es uno de los aderezos más populares de la cocina del país del sol naciente. Es como si fueran la sal y la pimienta de la cocina española.
Su origen
No es que sea un producto novedoso o un ingrediente que se haya descubiero en un laboratorio de I+D+ i gastronómico hace apenas unos años o décadas. El furikake es un viejo conocido en Japón si se tiene en cuenta que su origen data de principios del siglo XX y durante todo este tiempo se ha convertido en uno de los productos más básicos de su curioso recetario. Es más, su consumo se extendió sobre todo en la década de los años 50 como un ingrediente que aportaba a la dieta de los habitantes de ese país un mayor aporte de proteína y calcio.
Pero, no solo para elaborar algunos de los platos japoneses más conocidos a nivel internacional, sino que este condimento resulta de lo más versátil y agradecido para añadirlo a todo tipo de recetas y gastronomías bien diversas. En cualquier caso su sabor realzará hasta la receta más tradicional y casera que se hacía hace años como herencia familiar. Arroces, guisos, sopas, pastas o pescados: el empleo de este ingrediente, que en un principio fue creado como un suplemento nutricional, es muy amplio.
¿Qué es el 'furikake'?
Es la pregunta que muchos se harán antes de añadir un poco a su plato como toque final. La receta de este aderezo es muy sencilla: son semillas de sésamo tostadas a las que se le añade alga nori deshidratada y bonito seco. Una mezcla de texturas y sabores potentes que no deja indiferente a nadie.
Para tener un mayor sabor, en ocasiones, esta base se complementa con otros ingredientes básicos de la cocina japonesa como son las gambas secas, el té verde, el miso o las hojas de shiso. Y los amantes del picante también puede añadirle incluso algo de chile o wasabi para un efecto de lo más explosivo en el paladar. Hay un sinfín de versiones de furikake.
Una versión casera
Con la lista de los anteriores ingredientes, no existen secretos para preparar este condimento como si de un mismo chef nipón se tratase. Así pues, lo primero de todo es tomar el pescado seco y cortarlo en trozos pequeños para luego ponerlo en una cacerola a fuego medio-bajo hasta que se seque completamente. Ahora es el turno de añadir sal, azúcar y salsa de soja y seguir cocinando esta mezcla hasta que el líquido se evapore totalmente.
Lo último es apagar el fuego, dejar reposar el pescado en una bandeja o plato hasta que se enfríe completamente y luego ya añadir el resto de ingredientes como las semillas de sésamo tostadas y el alga nori especialmente. Luego ya, sobre gustos colores; si uno prefiere corregir su elaboración casera con más o menos sal.
¿Cómo incorporarlo en la cocina?
Si uno conoce la tradución de la palabra furikake sabrá perfectamente cómo usar este ingrediente en sus recetas, y es que este término proviene del verbo furikakeru que significa espolvorear. Por eso, la forma más tradicional de añadirlo es como un condimiento final cuando la comida ya está lista (por ejemplo, por encima de un plato de arroz blanco cocido) o bien cuando se saca un pescado del horno y antes de servirlo en la mesa. Eso sí, para que no pierda parte de su esencia y se integre bien, lo mejor es hacerlo cuando la receta está templada o caliente.
Pero no acaba aquí el empleo de este ingrediente para todo tipo de platos, ya que puede formar parte de la misma elaboración. Es el caso, por ejemplo, de que uno quiera hacer unos huevos revueltos, una sopa o una crema de verduras. Es más, el furikake también se puede echar en la carne picada para hacer una salsa boloñesa o para preparar una vinagreta cuando menos curiosa y sorprendente.